Adicción, arte y amor. Biografías filmadas de músicos y artistas atormentados hay a decenas, un subgénero difícil y sin demasiado público que compense la inversión. Born to be blue, sobre la vida del trompetista Chet Baker, no es Bird de Clint Eastwood pero sí tiene algunos puntos a favor que conviene no olvidar. Cierto juego con las ensoñaciones y la ficción, representada en blanco y negro con esas secuencias biográficas en las que Carmen Ejogo interpreta a las mujeres de la vida de Baker, pero también unos buenos y rápidos diálogos que refuerzan un relato de adicciones, arte y amor donde destaca un extraordinario Ethan Hawke. El actor sabe reflejar la extraordinaria vulnerabilidad de un hombre condenado a su propio infierno, haciéndolo encantador y acunable, y el director Robert Budreau crear un clima íntimo en los momentos de tranquilidad. No extraña que sus esposas y amantes cayeran en la trampa: Hawke sabe hacer honor al individuo en un filme más que notable, quizá incluso excelente, que sin duda se hubiera merecido más en su distribución española (y cuyo desembarco en DVD no puede resultar, por tanto, mejor noticia).
Hace no tanto tiempo Sexo en NY fue saludada como la plasmación de la ansiada y definitiva liberación de la mujer, al menos en el ámbito de su representación, en el entretenimiento audiovisual. Hoy, no obstante, uno no se puede conformar con chistes verdes y aventuras sexuales para equiparar un poco el asunto. Equity cuenta una historia de mujeres insertas en el mercado laboral más duro imaginable, Mad Women hablando de ambición y dinero pero no de tacones, compitiendo con ellos cara a cara y con fiereza... pero también entre ellas mismas, lo que al final acaba definiendo todas las particularidades que la cansina ideología de género trata de vendernos, pero sin necesidad de permearse de ellas. La película dirigida por Meera Menon no pierde el tiempo en alegatos feministas y va a por la trama, un relato sobre Wall Street y el juego sucio humano (en el que unos se utilizan a otros, no importa el sexo, porque esa es la regla escrita) con la salida a bolsa de una novedosa compañía de redes sociales. El problema es que a la película le falta garra y esa agresividad que le presumimos a ese mundo encorbatado, pese a la notable presencia de Anna Gunn, la recordada Skyler White de Breaking Bad. Una factura un poco televisiva refuerza esa impresión, pero quienes busquen una suerte de variante de Margin Call, esta Equity les puede resultar arreglar la tarde.
Kill your friends, basada en la novela homónima de culto de John Niven, que también firma el guion, es un relato a lo American Psycho pero ambientado una década después, en el punto álgido dela industria musical británica de los noventa. Lo que da la oportunidad a la película, protagonizada y producida por Nicholas Hoult, para presumir de banda sonora de pop y rock inglés de la época. La película dirigida por Owen Harris (firmante de algunos capítulos de Black Mirror, como San Junípero) arroja una mirada cínica y puñetera de la industria musical, resulta crítica y realmente va a saco con sus personajes y hasta el espectador. Hablando directamente a cámara y rompiendo la cuarta pared, el joven ejecutivo sin escrúpulos interpretado por Hoult asesina a sus competidores (y amigos) y lanza grupos a la fama pasajera sin ningún tipo de remordimiento. Con una puesta en escena muy Guy Ritchie o Danny Boyle, se trata de uno de esos falsos directos a DVD que, en realidad, fueron concebidos para su distribución en cines, pero que Sony edita directamente en este formato para darnos la oportunidad de acceder a ellos.
Hace ya algunos meses Sony editó en DVD Popstar, el salto al cine del grupo Lonely Island integrado por Andy Samberg, Jorma Taccone y Akiva Schaffer. Autores de desopilantes temas pop que se convirtieron en sensaciones virales de internet (y, curiosamente, de lo más tarareables), la película de este grupo auténtico pero en el filo de la parodia narra el ascenso y caída de Conner, un descerebrado trasunto de Justin Bieber, y sus intentos de reunir a su antigua banda (formada por el resto de integrantes de Lonely Island, Jorma Taccone y Akiva Schaffer) una vez fracasa su album en solitario. El filme, como el disco de Conner, fue un fracaso comercial en su estreno en cines de EEUU, lo que no deja de delatar la incapacidad del público de, en ocasiones, separar el grano de la paja. En apenas ochenta trepidantes minutos, la comedia absurda y el juego con el falso documental de Schaffer y Taccone, también directores, lleva el mockumentary de This is Spinal Tap y otras obras de Christopher Guest a cotas de paroxismo e histeria desafiantes. La película incluso parodia la propia condición del trío humorístico, con Samberg ejerciendo de cara famosa, al tiempo que da un buen repaso al esperpéntico mundo del famoseo contemporáneo, y que va desde el periodismo digital hasta los photocalls y el mundo del corazón. Pero más allá de eso, Popstar es una valida parodia del ego descompensado y gigante del famoso contemporáneo, ese qeu de alguna manera no deja de buscar la aprobación de los demás publicando día sí, día no, paridas en las redes sociales. Si quieren profundizar en el particular universo de Popstar, no se pierdan el especial de San Valentín protagonizado por Michael Bolton para Netflix... ya me lo agradecerán (o no).