
Este fin de semana ha arrancado en Barcelona la primera edición del BCN Film Festival, un certamen dirigido a promocionar películas que tengan alguna relación con la literatura o la historia. Además ha incluido una sección específica para la comedia, tan denostada por festivales y premios. Y por la crítica, no lo olvidemos.
La película encargada de inaugurar el festival ha sido Norman, el hombre que lo conseguía todo, de Joseph Cedar, y protagonizada por Richard Gere. Tanto el director israelí como la estrella norteamericana han estado en Barcelona siendo sus padrinos de honor en los Cines Verdi.
Norman, el hombre que lo conseguía todo parte de una idea bastante original, los cuentistas que merodean a gente importante ofreciéndose como conseguidores gracias a que conocen, o eso dicen, a personas muy influyentes. Según Cedar la idea partió "de la propia experiencia, tras conocer a infinidad de Normans".
El protagonista de películas como Oficial y caballero o Pretty Woman ha dejado atrás sus papeles de galán y afronta en Norman uno de sus mejores interpretaciones en la que ha cambiado hasta su forma de andar. Como reconocía ante la prensa, "un poco al estilo de Chaplin".
El personaje de Gere, Norman, se encontrará en Nueva York con un político israelí prácticamente acabado al que necesita para llegar a otras personas influyentes haciéndose pasar por su amigo. Por algún motivo, no haremos spoiler, este político queda agradecido a Norman pese a no haberle sido de ayuda en absoluto.
Como en política todo es impredecible, este político que estaba acabado termina convirtiéndose en presidente de Israel en un momento donde están a punto de firmar la paz definitiva con los palestinos. Es en este momento cuando arranca la trama realmente importante y donde comprobaremos hasta dónde pueden llegar las virtudes y miserias del ser humano.
Tíbet y Trump
Richard Gere se ha caracterizado a lo largo de su carrera por no rehuir las preguntas de la prensa. De esta forma, ha respondido preguntas de los más variopintas. En primer lugar su tema clásico, el Tíbet. Gere ha negado que su compromiso con la libertad de los tibetanos le haya perjudicado en su carrera: "No ha tenido efecto". Sin embargo, ha remarcado que "al revés sí lo ha tenido, es decir, actores y directores chinos no pueden participar en películas en las que yo aparezco".
Al ser preguntado por la falsedad que rodea a las estrellas de cine ha sido contundente. "Siempre me hace gracia cuando los europeos plantéis esa pregunta porque tenéis la idea de que en América, en Hollywood, hay esa mítica Sodoma y Gomorra donde la gente es horrible" pero lo cierto es que "todas las personas somos iguales en todas partes, nos preocupan los mismos problemas, todos nos enfadamos igual, nos preocupan nuestros hijos..."
Por último ha opinado sobre Donald Trump. Ha dicho que "EEUU vive una situación muy compleja" en la que "hemos escogido presidente y todos queremos que tenga éxito y que haga un buen trabajo pero cada vez más me doy cuenta de que no tiene las cualidades necesarias para hacerlo". Por eso ha calificado como "humillante" la época que vive su país.
No obstante, frente a las declaraciones incendiarias de otros colegas de profesión que hablan de Trump como si de un golpista se tratara, Gere ha recordado que "hay un grupo de personas que confía en él y que cree en su trabajo, aunque ese no es mi caso". Ente otros motivos porque, ha dicho, "Trump tiene una manera de actuar en la que sigue impulsos de cariz animal, no es el único en el mundo".