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Fray Josepho

Cómo acabar con el heteropatriarcado

... y Leticia Dolera pidió perdón por invisibilizar a las mujeres con pene cuando dijo que la Gala de los Goya parecía "un campo de nabos".

... y Leticia Dolera pidió perdón por invisibilizar a las mujeres con pene cuando dijo que la Gala de los Goya parecía "un campo de nabos".
Cordon Press

La gala de los Premios Goya tuvo como leitmotiv este año el machismo. Pertrechada de abanicos con rojos con la leyenda #MásMujeres, nuestra grey titiritera pidió (¿a Rajoy, a la Unión Europea, al mundo en general…?) que hubiera más féminas en la industria del cine. Como si las contrataciones de mujeres en el sector cinematográfico no dependieran precisamente de los subvencionadísimos productores del cine español, que estaban allí en la gala, maqueadísimos, con su abaniquín en ristre, y con cara de paladines en la lucha contra el heteropatriarcado universal.

Entre los discursos de la aburridísima gala (que yo me embaulé entera como un profesional que soy) destacó el de Leticia Dolera, actriz y directora. Leticia espetó a uno de los presentadores de la gala que aquello era "un campo de nabos feminista precioso". Una hermosa metáfora con la que quería referirse a la (según ella) escasa presencia femenina en el evento. Pero al día siguiente la guapa actriz rectificó. Dijo que se había equivocado, porque con lo de "campo de nabos" invisibilizaba a las mujeres con pene.

He aquí sus palabras, para que no crean que me las invento.

Colectivo olvidado porque al hombre conviene
(y hasta incluso Leticia relegó sin querer)
es el grupo honradísimo de mujeres con pene.
Porque el pene no es malo si te sientes mujer.

¿Y los hombres? Los hombres, machirulos y pavos,
somos brutos salvajes, sin ronzal ni control.
Somos grises e insulsos, como un campo de nabos
que se cuela en la gala para el cine español.

Como un campo de nabos, virulentos e indignos.
Maltratamos, violamos, ejercemos el mal.
Los varones. Qué seres sumamente malignos.
Los demonios del tártaro heteropatriarcal.

La igualdad de los géneros llegará cuando un día
nos rebanen el bálano nuestras propias gachís.
Y privados del órgano de la supremacía,
que nos pongan un tubo (porque habrá que hacer pis).

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