Atrapados en una carretera aislada, unos chicos se convierten en el objetivo de un francotirador. Lo que sigue son vísceras, sangre y cabezas explotando.
Ha muerto Bill Gold, uno de los cartelistas más importantes de la época dorada de Hollywood. A él debemos imágenes que han pasado a la historia del cine, como la mítica portada de Casablanca, o todos los carteles de Harry el sucio.