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Juan Manuel González

Crítica: 'Matar o morir (Peppermint)', con Jennifer Garner

Jennifer Garner vuelve a demostrar que es una muy buena actriz de acción en 'Ganar o morir', un estimable thriller de venganza.

Por comenzar hilando fino, Riley North, el nombre de la protagonista de Matar o morir, genérico título español para esta Peppermint, representa bastante bien el dilema que plantea toda la película: ¿es esta mujer, madre y esposa de una hija y un marido asesinados a balazos por la mafia, la única que mantiene el norte en la historia, o bien un peligro público que ha de ser detenido a toda costa (y que, por tanto, lo ha perdido)? El género (sobadísimo) al que pertenece la película del francés Pierre Morel, el de justicieros urbanos representados todavía en el imaginario popular por Charles Bronson (y con derivadas femeninas como la Nikita de otro francés, Luc Besson, retomada por la industria USA en La asesina de John Badham), aborda bien, muy bien, las dos vertientes de este tejado a dos aguas: por un lado, Peppermint es una película que, en virtud de sus violentas y hasta cierto punto sobrias escenas de acción, nos permite satisfacer ese deseo puramente infantil de ver caer a los malos de la manera más sangrienta posible; pero por otro, aporta una notable ética al cuestionar (aunque sea durante parte de su metraje) las acciones de la violenta protagonista: la persecución es doble, y en virtud de eso los investigadores a la caza de la propia Riley también tienen una legítima cuota de protagonismo.

No es la única virtud de esta notable película, que ya ha pasado desapercibida en EEUU (y en España, no lo duden, lo hará también): Morel equilibra realmente bien los flashbacks y elipsis que articulan la primera mitad del relato y que explican el entrenamiento de esta madre normal hasta convertirse en una eficaz máquina de matar, dando como resultado una película ágil, bastante coral, que desde su primera secuencia se imbuye de aires pulp que no restringen un cierto realismo visual y conceptual. También un subterráneo sentido del humor que, a diferencia de la reciente El Justiciero de Eli Roth, nunca llega a tomar el control de un relato sincopado, mucho más elegante que el del americano: el citado flashback lo motiva una caja de galletitas de boy-scout, un elemento que en su cursilería y sentimentalismo dota al filme de cierta autoconsciencia levemente paródica, y lo cierra un primer plano de unas tumbas cuya fecha (2012) nos orienta sin confusión sobre el salto temporal del filme. Todo un detalle de Morel, que preña la breve película de unos cuantos detalles de interés más. Y que, ojo, nos ofrece también ciertas coordenadas sociales ya desde el comienzo: la de Riley North es, en efecto, una familia que no acaba de gozar del estatus social que Peg, la recalcitrante mamá pija del comienzo, le recrimina a la propia Riley, y de hecho en cierto modo acaba abatida a balazos tras un malogrado intento de ascenso social. A su vez, la protagonista acabará erigiéndose como salvadora de un grupo de mendigos una vez asumida su nueva personalidad de asesina, legitimando el reguero de cadáveres latinos que deja Riley pero, sobre todo, presentando al público un oscuro panorama social de oprimidos y opresores.

Jennifer Garner lo interpreta todo con esa solvencia que todavía no le acaba de ser reconocida. La actriz de Alias es convincente tanto en el melodrama como en la pura acción, y aquí vuelve a demostrarlo. Y la película guarda un excelente equilibrio entre lo que cuenta y cómo lo hace, permitiendo al espectador disfrutar de la matanza (la secuencia en la tienda de fuegos artificiales es estupenda) sin reprenderlo moralmente, pero a la vez mostrando la oscuridad de la senda elegida por la protagonista y, sobre todo, el terrible y conspiranoico mundo que se nos ha cernido ya. Pierre Morel demuestra tras la primera Venganza de Liam Neeson que sabe graduar las pulsiones "pulp" de la historieta (tan típicas de sus películas con Besson) con, esta vez, una dosis de realismo contenido, convirtiendo esta Peppermint es una buena y reivindicable película de acción.

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