Menú
Juan Manuel González

Crítica: 'Stuber Express', con Dave Bautista y Kumail Nanjiani

La apuesta de 'Stuber Express' es recuperar las "buddy-movies" allí donde películas como 'Dos policías rebeldes' lo dejaron.

Stuber Express podría ser perfectamente la película de Hollywood que antes va al grano de esta temporada, y también la más irresponsable en su uso de la violencia. Y la verdad, el asunto sienta bien si uno sabe a lo que se atiene. Aquí, un policía recién operado de los ojos (Dave Bautista) tiene que coger un Uber para atrapar al malo en cuestión... coche que está conducido por Stu (Kumail Nanjiani, Stuber ¿lo pillan?) un tímido dependiente que aprovecha sus ratos libres para ganarse un dinero extra y montar un gimnasio para mujeres con su amor platónico (Betty Gilpin, el estupendo descubrimiento de la serie Glow).

La película protagonizada por Bautista, en el que quizá es su primer gran intentona protagonista al margen de Guardianes de la Galaxia, y el cómico de origen pakistaní Kumail Nanjiani (Silicon Valley) no engaña en absoluto. Su apuesta, retomar la fórmula de las "buddy movies" de acción cómica exactamente allí donde títulos como Dos Policías Rebeldes u otros intentos similares lo dejaron. Con una salvedad que podríamos considerar su modesta aportación: ya no estamos en la era del taxi sino del Uber (lo que da pie a observar ciertos modelos laborales de economía liberal obviamente mejor insertados en EEUU) y el previsible contraste de caracteres de toda buddy movie, que la película desplaza a otro territorio distinto.

"¿Qué sabes tú de ser un hombre?", le grita en un momento cualquiera el enorme policía de gatillo fácil encarnado por Dave Bautista al parlanchín Nanjiani, que igual que el otro con su hija, tampoco encuentra la manera de comunicar sus sentimientos a su mejor amiga. Dos modelos de comportamiento masculino en crisis perpetua (un duro chapado a la antigua y otro políticamente correcto según los parámetros actuales; ambos pertenecientes a minorías étnicas) que la película sitúa alegremente en una trama policial sota-caballo-rey que emula una de las grandes películas de Michael Mann, Collateral, y en donde también se invierten algunos roles raciales y de género con, aquí sí, mejor fortuna.

El resultado es un tanto más pobre de lo que debería, o al menos, de lo que podría, y aquí apelamos de nuevo a las limitaciones autoasumidas del producto. Pero cada vez que tiene lugar una escena de acción el director Michael Dowse delata su procedencia televisiva y se limita a agitar nervioso la cámara para, ya saben, quizá con suerte parecerse un poco a Paul Greengrass o el propio Michael Mann. Dowse, además, desaprovecha de paso la presencia como villano del indonesio Iko Uwais (Redada Asesina), todo un dechado de virtudes para las acrobacias físicas. En todo caso, Stuber Express es una comedia de acción "R" (la última distribuida por Fox antes de quedar subsumida en Disney) en tiempos de blanco entretenimiento familiar, y eso le añade cierto perentorio atractivo a una fórmula que a los fans de cierto cine todavía nos resulta disfrutona, defendible.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios