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Mario Casas confiesa el personaje que estaba deseando dejar de interpretar para no volverse loco

El popular actor ha estado en esRadio presentando Adiós, su última película ambientada en las 3.000 viviendas.

Arconada entrevista a Mario Casas

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

El popular actor ha estado en esRadio presentando Adiós, su última película ambientada en las 3.000 viviendas.
Mario Casas en esRadio. | David Alonso

Mario Casas ha visitado el estudio de Es Cine para hablar con Andrés Arconada de su última película, Adiós. En ella se ha reencontrado con Paco Cabezas que ya le dirigió en Carne de Neón. "Con Paco tengo una historia de amistad desde que me ofreció a Ricky en Carne de Neón, me regaló un personaje con esa parte del barrio que la gente desconocía de mí". Casas ha contado que "vengo de una familia humilde, de barrio, pero la gente me conocía entonces por otros personajes".

Este reencuentro con Paco Cabezas se produce 10 años después tras mudarse a Hollywood donde el director español ha trabajado haciendo cine y TV dirigiendo capítulos de series como Penny Dreadful o American Gods. Sin embargo, ha aclarado Mario, "sigue siendo ese chaval con tanta ilusión que hizo un corto y luego Carne de Neón, sigue siendo el mismo".

Mario Casas interpreta en Adiós a Juan, un hombre que vive en el sevillano barrio de las 3.000 viviendas y que tras salir de la cárcel tiene que afrontar la muerte accidental de su hija pequeña. Acudirá a su familia, conocida como Los Santos, para conseguir su propia justicia. Para prepararse este papel contactó con David, "conocido como el torero de las 3.00 viviendas y al que vi en Callejeros". Entonces, "me puse en contacto con él y viajé a Sevilla para conocerlo" y trabajar con él durante meses.

Sobre las 3.000 viviendas ha dicho que "es un barrio maravilloso en donde nos han respetado mucho", más allá de las noticias negativas que siempre suelen salir del barrio. "Cuando estaba haciendo la escena de mi encontronazo con la Policía, había cientos de personas pero no se oía ni una mosca, parecía el teatro de Mérida". Al terminar, "cuando Paco dijo ¡corten! la gente aplaudía porque la habían hecho suya la película, era la primera película que se rodaba en el barrio".

Cambios constantes de personajes

Mario Casas lleva años conduciendo su carrera escogiendo a personajes muy distintos. Según el actor, "me aburro enseguida en mi vida, me aburro en lo profesional" y por eso "necesito un cambio constante, salir de mi zona de confort". Es por ello que busca a personajes muy diferentes, "ando buscando cosas nuevas porque los actores tendemos a estancarnos".

Y en esa búsqueda se topó con el personaje que interpreta en El practicante, la nueva película original de Netflix dirigida por Carles Torras, en la que Mario Casas da vida a Ángel, un técnico en emergencias sanitarias a bordo de una ambulancia que sufre un grave accidente. Queda entonces en una silla de ruedas y su vida empieza a desmoronarse, se obsesionado con que su pareja le es infiel hasta convertir su vida en un infierno.

"Mi familia estaba deseando que acabase ese papel, estaba trabajando incluso con un psiquiatra para meterme en el personaje". Mario explica que no ha sido fácil "meterse en la piel durante meses de un narcisista extremo que no tiene emociones" que "hace cosas inhumanas y no es capaz de empatizar con nadie".

Para el rodaje llegó a adelgazar y "me pasaba todo el rato sentando en una silla de ruedas" para no perder la concentración. Un papel que llegó a afectarle personalmente, explica en Es Cine, y del que no era capaz de deshacerse al llegar por la noche al hotel.

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