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Crítica: 'Palm Springs', con Andy Samberg y Cristin Milioti

La comedia romántica sigue teniendo garra en Palm Springs, película en la que sus protagonistas repiten el mismo día como en Atrapado en el tiempo.

La comedia romántica sigue teniendo garra en Palm Springs, película en la que sus protagonistas repiten el mismo día como en Atrapado en el tiempo.
Palm Springs | Archivo

Un molde tan aparentemente limitado como el de la (brillante) Atrapado en el tiempo todavía ofrece un puñado de posibilidades bien aprovechadas en Palm Springs, una comedia negra y romántica protagonizada por los televisivos Andy Samberg (Brooklyn 99) y Cristin Milioti (Cómo conocí a vuestra madre).

Un par de claves diferencian la película de Max Barbakow de la que protagonizaron en los 90 Bill Murray y Andie MacDowell, dos estrellas en la cumbre de su popularidad entregándose a un género por aquel entonces respetado. Y esa es precisamente la gran diferencia de ADN entre ambos filmes, salvando sus distintas intenciones y resultados: mientras una era una historia clásica y convencional, aunque finalmente extravagante, concebida como un probable éxito de público, la aquí presente es un filme independiente producido por la plataforma Hulu, estrenado en España por Movistar y cuyos atributos visuales y narrativos entroncan más bien con el "indie" que con la comedia romántica de gran estudio.

Algunas cosas han cambiado y Palm Springs es, por ello, algo más soez, algo más incómoda y definitivamente menos interesante visualmente, pero lo cierto es que tanto el director como los guionistas y el reparto al completo, repleto de rostros televisivos conocidos, se las apañan para explotar las posibilidades de este rígido modelo hasta sus últimas consecuencias. Con un plus de angustia el forzado Peter Pan en la tardo treintena y ambientada en un desierto en medio de ningún sitio de cualidades un tanto oníricas, Palm Springs retrata ese momento vital bisagra donde la sensación de fracaso se solidifica definitivamente, algo que el filme representa haciendo que sus protagonistas repitan una y otra vez el mismo día. Lo que antes era el entrañable Día de la Marmota aquí se torna, por eso mismo, de algo todavía peor: una boda concebida como un evento familiar donde el triunfo de unos se compara con el fracaso de otros. El cuento capriano deviene pesadilla "indie" en un filme que juega muy bien sus cartas, incluso las de la nostalgia (para destruirlas) y que no socava de forma innecesaria su ternura y gamberrismo en busca de falsa profundidad.

Samberg despliega su comicidad habitual con un plus de realismo, y como siempre, sale bien, mientras Milioti demuestra tablas para ejercer sustituta rebelde de Meg Ryan, devorando con facilidad a su compañero de reparto cada vez que se lo propone. Una pena que se desaproveche el antagonismo del siempre excelente J.K. Simmons, una subtrama que ofrecía posibilidades nunca plasmadas en un filme recomendable.

Palm Springs ya está disponible en Movistar+

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