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Medjugorje, el pueblo Bosnio donde la Virgen continúa apareciéndose

Este 1 de octubre se estrena Medjugorje, la película, un documental que relata la historia de las supuestas apariciones de la Virgen en Bosnia.

Este 1 de octubre se estrena Medjugorje, la película, un documental que relata la historia de las supuestas apariciones de la Virgen en Bosnia.
Estatua de la Virgen en el lugar de las supuestas apariciones, cerca de Medjugorje | Wikipedia

Esta historia puede contarse de diversas formas. Podríamos empezar por el principio, desde aquel día de junio de 1981 en el que seis jóvenes bosnios dijeron haber visto a la Virgen María en un monte cercano a su pueblo. O hablar de Jozo Zovko, el párroco, incrédulo al principio, que protegió a los adolescentes de las intrusiones de la policía comunista y que fue encarcelado por Tito como sospechoso de estar enalteciendo a las masas. Pero también podemos comenzar con la historia de Jesús García, veinticinco años después, cuando su periódico le mandó al lugar para investigar la veracidad de un fenómeno que había terminado por convertir Medjugorje, el pueblo de las supuestas apariciones, en uno de los destinos de peregrinaje más concurridos del mundo.

La mejor forma de enterarse bien es ver el documental que el propio García acaba de preestrenar. Medjugorje, la película, es el fruto de varios años de investigación. La primera vez que él escuchó hablar del lugar fue en 2006. Desde entonces ha publicado un libro y se ha convertido en uno de los mayores expertos en el fenómeno. "Para mí, Medjugorje es la mayor historia que se puede contar ahora mismo", explica a este periódico. "El documental responde a una inquietud periodística. Estamos hablando de un lugar al que viajan millones de personas al año. Algo está pasando allí. Y en España nadie lo ha contado de esta forma".

Lo que pasó, concretamente, fue que un grupo de jóvenes de entre diez y dieciséis años dijo haber visto a una mujer con un niño en brazos que les hacía señales para que se acercasen. Era la Virgen María, decían, y sus caras no albergaban dudas. Desde entonces, las supuestas apariciones han seguido sucediéndose, primero diariamente y después de forma más esporádica. Pero durante este periodo nadie, ni los familiares y vecinos que les acompañaron los primeros días ni los peregrinos que continúan acercándose al lugar, ha podido determinar si lo que dicen es verdad o es mentira. Los únicos que continúan viendo a la Virgen son los mismos seis videntes, que siguen girando el rostro y conversando largamente con la nada, ante los ojos atónitos de los testigos que quieran mirar.

Al principio, la noticia cogió por sorpresa al párroco del pueblo, Jozo Zovko, un franciscano que había sido destinado a esa parroquia pocos meses antes de la primera aparición. En el documental se le puede escuchar, rememorando aquellos días y los miedos que le invadieron, consciente de que todo podía ser una artimaña del régimen para burlarse de su fe y de la de los feligreses. Sin embargo, el régimen no tenía nada que ver. De hecho, estaba igual de preocupado, aunque por otras razones. El sistema comunista que imperaba en Yugoslavia no prohibía las creencias religiosas, siempre que se mantuviesen de puertas para adentro. Así que aquel movimiento cada vez más llamativo era considerado como una amenaza.

Una investigación en tiempo real

La policía no tardó en hacer acto de presencia. Trató de llevarse a los niños, que fueron protegidos por Zovko, según él relata, después de que escuchase una voz que le avisó del peligro que corrían. Sin embargo, no pudo esconderlos eternamente. Al final, fueron sometidos a diversas pruebas, ideadas para medir su honestidad. Pasaron por psiquiátricos, donde estuvieron en contacto directo con los enfermos, y hasta fueron introducidos en una morgue, rodeados de cadáveres. El párroco, por su parte, terminó en la cárcel, soportando interrogatorios violentos durante más de un año y siendo liberado con la única condición de que no regresase al pueblo nunca más.

Hoy en día, como se ve en el documental, ninguno de los videntes tiene dudas de que los agentes pretendían desestabilizarlos antes de los exámenes médicos, pero aún así ningún psiquiatra ha podido determinar que mienten. "Durante años yo he acudido a todas las fuentes posibles", comenta García. "Existen muchísimos archivos, tanto en Medjugorje como en el Vaticano, además de la fuente más importante, que es siempre el testimonio directo del vidente". Su conclusión es clara. "No mienten. Todos los expertos que he consultado te dicen lo mismo. Existen métodos para desenmascarar cualquier mentira. Mantener un testimonio falso durante tanto tiempo es muy difícil. Que encima lo mantengan seis personas diferentes, sin que sus versiones se contradigan nunca, y que continúen así durante cuarenta años, es bastante concluyente".

Las supuestas apariciones marianas de Medjugorje todavía no han sido reconocidas por la Iglesia. El Vaticano, después de varios años de investigación exhaustiva, sí que ha llegado a aceptar como verdadero el relato de los siete primeros días. Sin embargo, el hecho de que todavía continúen sucediéndose ha hecho que se reserve su conclusión final. García lo ve como un dato relevante. "Nadie va a investigar más a fondo esta historia que la Iglesia, porque es a la que más le conviene desmentirla cuanto antes, en el caso de que sea mentira", explica. "Son los más interesados en conocer la verdad". Más allá de eso, continúa considerando que se trata de un acontecimiento histórico: "Es la primera aparición que puede investigarse en tiempo real, sin tener que reconstruir hechos del pasado recurriendo a fuentes antiguas".

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El mensaje

García descubrió Medjugorje en un periodo vital complicado y asegura que lo que vivió allí le cambió. "Si volví con alguna conclusión fue que Dios existe", explica. "Dios existe realmente y nos está llamando a tener una vida de fe, a creer en Él". Es consciente de que su conversión le ha podido condicionar a la hora de enfocar el documental, pero no se esconde. "La responsabilidad del periodista está en buscar la verdad en la noticia. Medjugorje es noticia y yo lo que he hecho ha sido investigar todo lo posible para encontrar la verdad. A día de hoy, si me preguntas, te diré que yo no sé si la Virgen se aparece allí. No la he visto. Si la hubiese visto la hubiese entrevistado y hubiese sacado una foto. Pero, de todas formas, la labor del documentalista no debe cambiar en función de si piensa que le van a creer o no. La función del documentalista consiste en documentar lo que ve".

La clave del asunto, para él, ni siquiera está en las apariciones. "En realidad eso es lo más anecdótico. Lo importante es el mensaje", relata. La Virgen, según la versión de los supuestos videntes, ha lanzado varios. "Está llamando a la paz, a la oración, al ayuno, a que los hombres volvamos al camino del amor y a seguir los preceptos de su hijo", dice. "Nos ayuda a abrir nuestro corazón a la fe". Preguntado acerca de la dificultad de que un no creyente acceda a ese mensaje, responde. "En todo este tiempo yo he visto a mucho agnóstico y a mucho ateo que ha ido y se ha convertido. Pero es verdad que para poder entender primero hay que estar dispuesto a escuchar. Hay que ir sin prejuicios, y si luego te parece un disparate no pasa nada", completa. Después, añade: "Digamos que lo que ocurre en Medjugorje es que una madre está reuniendo a sus hijos. No se dirige tanto al no bautizado, sino a los bautizados que han ido dejando que se les enfríe la fe. Es una reevangelización del mundo, desde el centro de Europa". Ese último dato, además, le parece relevante. "El hecho de que esto suceda en un país comunista, al principio, con mayoría de población musulmana, dice bastante. Si yo quisiese montar una estafa la montaría allí donde tuviese el viento a favor, no en contra".

Tamara Falcó y los relatos de conversión

El documental, que se estrena el 1 de octubre, recoge también los testimonios de varias personas a las que Medjugorje les cambió la vida. Aparece, entre otras, la mediática Tamara Falcó, por ejemplo, o la escritora María Vallejo-Nágera. También el superviviente de la famosa Tragedia de los Andes, Nando Parrado. Junto a ellos, otras muchas personas anónimas, como Gonzalo, el compañero de Jesús García en su primer viaje de investigación al lugar, relatan sus historias de conversión y la forma en que Medjugorje les ayudó a redescubrir una fe que tenían abandonada.

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