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Juan Manuel González

Crítica: 'El agente invisible' (Netflix), con Ryan Gosling y Chris Evans

El agente invisible es una espectacular aventura de espías y acción con el presupuesto más alto de toda la historia de Netflix.

El agente invisible es una espectacular aventura de espías y acción con el presupuesto más alto de toda la historia de Netflix.
El agente invisible | Netflix

La película más cara de la historia de Netflix es también una que descubre muchas de la contrariedades de la plataforma a la hora de confeccionar blockbusters competitivos. Pero también -no todo iba a ser culpa del streaming- una película completamente representativa del estado de la cuestión del propio blockbuster de Hollywood. Protagonizada por estrellas como Ryan Gosling, Chris Evans y Ana de Armas, además de un notable grupo de secundarios; escrita y dirigida por los responsables del mayor éxito de taquilla de los últimos tiempos, los hermanos Russo y su doble programa de Vengadores: Infinity War y Endgame; con aspiraciones a levantar una franquicia de películas de espías a lo 007, El agente invisible puede ser calificada -pese a todo ello- como un fracaso parcial o un triunfo relativo.

El agente Court Gentry, alias Seis (Gosling), perteneciente al equipo de operativos Sierra de la CIA, recibe un encargo aparentemente rutinario. Su próximo objetivo, no obstante, hace una advertencia a Seis que vuelve en su contra a toda la agencia y que da inicio a una carrera internacional por sobrevivir (y rescatar a sus mejores amigos) una vez el exagente Lloyd Hansen (Evans), un perfecto sociópata con su propio equipo de mercenarios, entra en escena.

Tras un comienzo sin especial gracia que delata la intención de los Russo de crear un filme de diálogos dinámicos y graciosos a lo Shane Black, El agente invisible plantea un primer acto de atmósfera exótica pero taciturna que sumerge al espectador en una refinada y oscura atmósfera a lo Skyfall. No obstante, minutos después los directores deciden que prefieren entregar una trepidante entrega de altos vuelos de Misión Imposible y, finalmente, regresan a una dinámica digna de un superhéroe Marvel como El soldado de invierno, uno de los mejores filmes de la factoría (y donde los Russo dieron realmente su do de pecho). No es que todas estas referencias o vías de trabajo sean incompatibles, pero sí delata cierta crisis de personalidad de El agente invisible, un blockbuster como se hacían los 90, pero estrenado en casa, y que podría contar lo mismo que cuenta con mucho menos.

A diferencia de Seis en la sombra, de Michael Bay también para Netflix, la película de los Russo no se decide a apostar con fuerza por una cosa u otra, algo que se demuestra en el tono indefinido de su violencia o la -en realidad- escasa oportunidad que el guion ofrece a Chris Evans para brillar, quien al menos parece pasárselo el mismo en grande con su villano. Por supuesto, doscientos millones dan para mucho y cuando la película coge la vía del exceso (como en la destrucción del centro de Praga) se recompensa al espectador adecuadamente. El tono, en todo caso, resulta un tanto desconcertante por indeciso (ver lo inconcluso de su propuesta sobre la vieja y la nueva guardia en la CIA) y lo cierto es que el filme funciona mejor cuando decide no maquillar su estupidez con cierto sentido de la elegancia sino simplemente abrazarla.

Entonces, la habilidad de los Russo (pese al uso excesivo de drones) para confeccionar gigantescas set-pieces de acción entretiene mucho pese al escaso calado del personaje principal, interpretado por Gosling con su imperturbable estampa. La película, quizá en manos de un productor fuerte como Jerry Bruckheimer, que acostumbraba a manufacturar este tipo de películas hasta que los superhéroes se hicieron con todo, habría pulido muchas de sus inseguridades tonales y narrativas. Lo que queda es una entretenida superproducción con ambición de película de verano pero que será depositada en sus hogares este mismo viernes. No está nada mal como oferta, pero como con la propia película, uno se sigue quedando con una cierta sensación de insatisfacción cuando acaba.

El agente invisible se estrena en Netflix el 22 de julio.

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