
Mirar debajo de la cama o en el armario es bastante frecuente, más entre niños, pero se trata de una manía que algunos siguen conservando de adultos. El miedo a que alguien viole tu intimidad, a no sentirte seguro en tu propio hogar, es lo que mueve a realizar este comportamiento irracional. Y si encuentras a alguien, ¿qué haces? ¿le saludas y le das las buenas noches?
De esto trata precisamente No mires a los ojos, de Félix Viscarret, la película encargada de inaugurar la 67ª edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI), de cómo alguien te puede espiar desde dentro de tu propia casa. La película comienza con Damián (Paco León) siendo despedido de un taller tras más de 20 años. La ira se apodera de él tras recibir la noticia y destroza mobiliario de la empresa, lo que hace que el jefe salga corriendo tras él por el polígono industrial. Para intentar esquivarlo, se sube a un camión que porta un armario antiguo en el que termina escondiéndose dentro.

El camión arranca y el armario es bajado y colocado en la habitación de una lujosa casa con Damián dentro, en un intento por escapar termina debajo de la cama del matrimonio (Leonor Watling y Àlex Brendemühl). Y aquí empieza el problema, si obviamos que por azares del destino ha terminado allanando un hogar. El caso es que Damián, un tipo solitario, escucha las conversaciones de esta pareja mientras espera a que se queden dormidos para salir.
Sin embargo, como si de una novela turca se tratara, Damián queda enganchado a la "trama" familiar de esta mujer que visita al psicólogo, del marido ausente y centrado en su trabajo y de la hija adolescente en plena rebeldía. Esto hace que cuando pueda escapar no lo haga sino que termina instalándose en el armario empotrado que hay tras el recién llegado armario ropero antiguo. Esto se explica por la obsesión que tiene el personaje de Leonor Watling con ese armario – que no vamos a desvelar – que hace que lo prefiera al armario empotrado de la habitación.

El arranque de No mires a los ojos es magnífico, sin embargo la película tiene una segunda parte en la que se diluye toda la tensión. Mientras vamos viendo cómo el personaje de Paco León se hace su propio "hogar" dentro del armario empotrado y campa a sus anchas por la casa por las mañanas cuando sus habitantes se van al trabajo o al instituto, veremos también a Damián en un programa de TV explicando lo vivido. Para no hacer spoiler me limitaré a decir que esta parte pierde totalmente la fuerza conforme avanza el metraje.

No mires a los ojos, que está basada en la novela Desde la sombra de Juan José Millás, tiene como una de las grandes bazas la interpretación de Paco León, muy alejado de las facetas en las que solemos verlo en comedia. Es cierto que No mires a los ojos tiene comedia, especialmente cuando vemos a Damián cómo va determinando en cierto sentido la vida de los habitantes de la casa, pero es un personaje puramente dramático, la vida vacía de un hombre que prefiere dejar a un lado la realidad para seguir en directo el reality más íntimo, el de una familia.
No mires a los ojos se estrena en los cines de toda España el viernes 4 de noviembre.