Joyland ha hecho historia al convertirse en la primera película pakistaní en ser seleccionada por el festival de Cannes. Luego llegaron otros festivales como Palm Springs, El Cairo o la SEMINCI de Valladolid en España.
Sin embargo el gobierno pakistaní prohibió el estreno de Joyland en el mes de noviembre, mes en el que estaba previsto. Tras las protestas oportunas el gobierno accedió a permitir su estreno, eso sí de forma limitada. Por ejemplo, no ha podido ser estrenada en la provincia de Punjab, de mayoría islámica, donde se ubican varias de las ciudades más pobladas de Pakistán.
La historia de Joyland es la de Haider, un hombre que vive con su esposa en Lahore desde que se casaron. Lo hacen en la casa familiar donde vive su padre y su hermano mayor junto a su esposa y sus tres hijas. Haider no tiene hijos ni trabajo, vive del dinero que gana su esposa, algo deshonroso a ojos de sus tradicionales padre y hermano. Haider pasa el día haciendo labores del hogar y cuidando de sus tres sobrinas y de su padre inválido, ya que su cuñada está embarazada de su cuarto hijo.
Su padre y su hermano comienzan a tratar mal a Haider por no tener un trabajo con el que sostener a su propia familia, lo que lleva al joven a buscar un empleo. Termina encontrándolo pero no donde le hubiera gustado a su familia. Es en un cabaret en el que acaba bajo el hechizo de Biba, una sensual bailarina transexual que le traerá enormes problemas. Comienza a vivir una doble vida ya que oculta a su familia el trabajo que desempeña. Poco a poco, Haider irá teniendo sentimientos hacia Biba, lo que tambaleará toda su vida.
Joyland es una película muy necesaria en países como Pakistán para romper barreras, el mero hecho de la prohibición de su estreno así lo demuestra. Además el director, el debutante Saim Sadiq, ha sabido hacer una película preciosista con una fuerte carga emocional sin caer en el melodrama, lo que hubiera convertido a Joyland en un telefilm.
Joyland se estrena en los cines de toda España este viernes 10 de febrero.