Hay películas caracterizadas por su honradez. Y El Piloto, nueva propuesta de acción protagonizada (y producida) por el muy activo Gerard Butler, es probablemente la más honesta entre todas las películas honestas.
Dirigida por Jean-Francois Richet, que entre neonoir y neonoir francés en ocasiones se asoma a EEUU para facturar series B tan estimables como Asalto al distrito 13 y Blood Father, El Piloto es probablemente el thriller más noventero de los presentados últimamente por Hollywood. Y una modesta pero agradabilísima propuesta dentro del panorama general del Blockbuster americano de las que acostumbra a facturar Butler, que parece sentirse felizmente cómodo en esta sección intermedia del escalafón al estrellato.
Dotada de una primera y larga sección de tensión "en el aire" y un desarrollo en tierra que remite más a Delta Force que a Rambo (el guion y la puesta en escena de Richet favorecen la infiltración silenciosa antes que el bombardeo de tiros y explosiones), El Piloto destaca por una narrativa modesta pero rigurosa, que ciertamente no aprovecha del todo sus extensas posibilidades (el avión cae en una isla filipina de separatistas y criminales, sin Policía o Gobierno alguno, como nos repiten en dos o tres ocasiones) y que adolece de algo de intensidad (ver las desangeladas escenas en la sala de control). Falta algo de garra en ciertos momentos de transición, un tanto sosos, como también fuerza en la caracterización de los pasajeros, elementos secundarios con los que el filme no pierde el tiempo.
Pero todo lo referente a la peripecia de los dos héroes de la película resulta satisfactorio, y de qué manera. El Piloto es una propuesta doblemente bienvenida en cines, bien estructurada a nivel de guion, nada sentimental pero tremendamente simpática y llevada con mano firme por Richet, que no sobresaltura la película de episodios innecesarios y crea una dinámica excelente entre Butler y Mike Colter. Puro entretenimiento cinematográfico del que hace años veíamos decenas, pero que ahora brillan por su relativa ausencia en la gran pantalla.