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Juan Manuel González

Crítica de la película 'Alice, cariño', con Anna Kendrick

Alice, cariño es una joven maltrada psicológicamente por su pareja, un narcisista patológico.

Alice, cariño es una joven maltrada psicológicamente por su pareja, un narcisista patológico.
Anna Kendrick en Alice, cariño. | DeAPlaneta

Alice, cariño podría pasar por ser uno de los muchos títulos nacidos al amparo de las nuevas perspectivas de género al amparo de cierta ideología coyuntural, pero lo cierto es que la película protagonizada por Anna Kendrick prefiere tomar vías más sutiles. La historia de Alice, una joven treintañera atrapada en una relación tóxica y maltratada no física sino psicológicamente , resulta en un drama honesto y bien interpretado, aunque su directora permita que el suspense se agote demasiado pronto.

Como thriller psicológico Alice, cariño se queda un tanto a medio gas por culpa de los modos y maneras del thriller de factura independiente, anclado en un realismo inexpresivo, y por la voluntad de la directora Mary Nighy (hija del actor Bill Nighy) de no espectacularizar un tema demasiado cotidiano. La película no tiene claro si quiere ser un drama, un thriller, o incluso si se pueden ser las dos cosas.

Donde sí triunfa es, en contrapartida a eso mismo, a la hora de retratar el estrés y la ansiedad provocada por la conducta de un narcisista enfermizo como es la pareja de Alice, la joven del título. La película evidencia la existencia de comportamientos sociópatas tan comunes y normalizados que, en cierto modo, provocan el mismo efecto real que agresiones más tangibles. Y en ese sentido hay una incomodidad palpable bien reflejada en los comportamientos de la protagonista.

Se trata de un horror cotidiano y sutil, como sutil quiere ser la película, que carece de fuegos artificiales para no dar vistosidad el fenómeno pero, al mismo tiempo, como obra se queda lejos de ser brillante, cayendo en otro tipo de banalidad. Por suerte contamos con Anna Kendrick, una actriz que no para de pedir oportunidades y que aquí sostiene todo el relato sin mayores problemas. La cámara de Nighy permanece siempre pegada a ella sin cometer excesos y Kendrick responde aportando humanidad y conteniendo el melodrama. El resultado es algo más convencional de lo debido, pero Alice, cariño es al menos una película honesta.

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