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Juan Manuel González

Crítica: 'El sabor de las cosas simples', con Gérard Depardieu

Umami, o El sabor de las cosas simples, no acaba de funcionar pese a la presencia de Depardieu.

Umami, o El sabor de las cosas simples, no acaba de funcionar pese a la presencia de Depardieu.
El sabor de las cosas simples. | MadAvenue

Hay películas que sobreviven incluso a pesar de ellas mismas. El sabor de las cosas simples, comedia dramática francesa al servicio de la hinchada humanidad de Gérard Depardieu, es una de ellas. Tras una experiencia cercana a la muerte, el chef que interpreta el francoruso se lanza a recorrer Japón en búsqueda del Umami, ese sabor primario que originariamente le llevó a dedicarse a la cocina. Recorrida por todos los tópicos orientalistas imaginables, así como por los del relato de búsqueda, la película de Slony Sow destaca si acaso por su nula progresión narrativa, sus bruscos cambios de tono, pero hay algo precioso en sus imágenes de un invernal Hokkaido, que proporcionan una acogedora atmósfera a la aventura.


Eso, y la tremenda humanidad transmitida por Depardieu, un actor que hace de la facilidad y naturalidad su bandera, incluso a la hora de incorporar su propia identidad al personaje (como cuando le llaman "Obélix"). El actor sirve de hilo conductor a las subtramas que, por alguna razón, Slony Sow decide repartir por el largometraje con un montaje un tanto paupérrimo. No hay ni duración suficiente ni ganas de abordarlas, y los relatos del hijo y la madre, e incluso el chef japonés, se quedan a medio cocinar en los cien minutos que dura.

Lo que importa, en todo caso, está en la pantalla. El sabor de las cosas simples es una acogedora y menor historieta cómico dramática, con cierta dosis de ironía a través de su narrador y en la que las dosis de psicología barata no molestan demasiado gracias al carisma infinito de su protagonista. La falta de pretensiones juega a su favor, y esa extraña falta de progresión narrativa incluso disimula con desenfado, a través cierta pincelada suelta, la oleada de tópicos que se nos vienen encima. Eso, y la atmósfera nevada japonesa, que invitan a un plato de ramen. El sabor de las cosas simples se estrena en cines españoles el 2 de junio.

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