La última película protagonizada por Jennifer Lawrence, Sin malos rollos, trata sobre una chica a la que embargan el coche con el que se gana la vida como conductora de Uber. Buscando una solución para no perder su casa por las deudas encuentra un anuncio en el que unos padres ofrecen un coche gratis a cambio de que la chica en cuestión "salga" con su hijo ese verano antes de ir a la universidad.
Sorprendentemente el punto de partida de la película es real. El director de Sin malos rollos, Gene Stupnitsky, explica a esCine cómo "los productores me mandaron una publicación, un anuncio de 2013, en el que unos padres estaban buscando a una mujer que sacara de su burbuja a su hijo antes de que partiera hacia la Universidad. Me parece que es un punto muy interesante con en el que empezar una película".
Gene Stupnitsky y Jennifer Lawrence son amigos en la vida real, lo que ha facilitado el trabajo. Tanto que la actriz no sólo es la protagonista sino también la productora de Sin malos rollos.
El director de Chicos malos asegura a esRadio que el rodaje "ha sido divertidísimo, me ha encantado". Tanto que "a medida que iba ocurriendo, la verdad es que me entristecía porque sabía que nunca jamás tendría algo tan bueno", asegura en cuanto al trabajo con la actriz. "Tener a alguien de este calibre (Jennifer Lawrence) diciendo tus líneas y encima mejorándolas, es una experiencia increíble y la verdad es que lo cogió todo (el guión) y ha elevado el material".
El chico protagonista de Sin malos rollos es un joven tímido que ha tenido pocas experiencias en la vida real. Stupnitsky nos cuenta cómo "yo también era un poco así, en mi época no tenía las redes sociales pero pasaba muchísimo tiempo en mi habitación metido en los libros, viendo Saturday Night Live, viendo comedias y, bueno, pues yo también estaba encerrado en mi habitación".
El director considera que ese aislamiento se hace más "prevalente ahora, sobre todo después de la pandemia". Con la existencia hoy día de las redes sociales "creo que es todavía más fácil quedarte en tu propio mundillo y no salir al mundo real y tener experiencias de la vida real".
Padres sobreprotectores
En Sin malos rollos nos encontramos con unos padres sobreprotectores, lo que ponen el anuncio, que quieren controlar la vida de su hijo. Este tipo de padres "en algunos casos conduce a hijos frágiles, más frágiles, de hecho cuando yo era niño nadie llevaba casco cuando montaba en bici y sin embargo cuando estaba en la universidad todos los niños usaban casco, me parecía raro en aquel momento ahora lo entiendo". Con esto el director no quiere decir que no se lleve casco, aclara, sino que "me parece que quizás algo se haya perdido".