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Un hotel de lujo de Madrid es el objetivo de unos terroristas islámicos que descubren la relación secreta entre el Ministro del Interior y el torero del momento.

Crítica de 'Delfines de plata', terrorismo islámico y la relación secreta de un ministro con un torero

Un hotel de lujo de Madrid es el objetivo de unos terroristas islámicos que descubren la relación secreta entre el Ministro del Interior y el torero del momento.

No hay nada mejor para unos terroristas que conocer el secreto que el ministro del Interior quiere guardar a toda cosa. Un ministro del Interior casado y con hijos que tiene como amante al torero del momento con el que se encuentra en un hotel de lujo de Madrid. Parece una de las ramificaciones del caso Pegasus en el que hasta el móvil del presidente Pedro Sánchez fue infectado para sacar información confidencial. Una vez más la realidad supera a la ficción, realmente se trata de una de las tramas de Delfines de plata, la película protagonizada por Rodolfo Sancho.

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Rodolfo Sancho da vida a un comisario de policía que investiga, como favor al director del hotel, los robos en las cajas fuertes del complejo. El hotel lleva tiempo en su punto de mira ya que tiene como misión desarticular un grupo terrorista islámico que planea atentar en Madrid y allí trabaja un posible terrorista islámico al que llevan siguiendo un tiempo. El hotel en el que también se da cita el ministro del Interior con su amante.

En el hotel también trabaja como botones Akin (Will Shephard), un inmigrante que huyó de su país con sus dos hijas tras un atentado contra la iglesia católica a la que acudía con su familia y en el que murió su mujer. Un inmigrante africano católico al que quieren reclutar los terroristas islámicos a toda costa para su lucha contra "los infieles".

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Delfines de plata supone el regreso al cine de Javier Elorrieta tras 12 años dedicado al mundo de la música. Un director que ha dirigido a actores como Sharon Stone en Sangre y arena o a Anthony Perkins en Los gusanos no llevan bufanda. La película es la adaptación de la novela homónima de Félix García Hernán.

La película de Javier Elorrieta tiene un planteamiento interesante y es sustentada especialmente en la interpretación de Rodolfo Sancho, que consigue darle autenticidad a la trama. El problema que tiene es parte del reparto, especialmente los terroristas, que están dibujados con demasiados estereotipos así como algunos de los diálogos, que pueden funcionar en la novela pero que al llevarlos al cine deberían haber sido adaptados de otra forma más realista.

No obstante, Delfines de plata es una buena elección para pasar una tarde de cine viendo una película española que aborda el terrorismo islámico y su penetración en Europa para destruir nuestra forma de vida. Y ver también la corrupción de las esferas políticas que son capaces de anteponer sus intereses personales a los de la nación, algo que sólo pasa en la ficción, ¿verdad?

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