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Unas goteras en un colegio cercano a una residencia de ancianos hizo que el ayuntamiento tomara la decisión de que compartieran comedor.

Crítica 'Pequeños grandes amigos', vejez e infancia se dan la mano de la forma más tierna

Unas goteras en un colegio cercano a una residencia de ancianos hizo que el ayuntamiento tomara la decisión de que compartieran comedor.

Una residencia de ancianos en la que sus trabajadores están desbordados, falta personal. Un colegio que tiene goteras en su comedor. Ambos centros son vecinos y el ayuntamiento decide que los escolares acudan diariamente al comedor de la residencia para comer. Así comienza Pequeños grandes amigos, película francesa que consigue conmover en más de una ocasión al espectador sin caer en las trampas fáciles de los guionistas.

En un primer momento los trabajadores de la residencia, liderados por el enfermero Yannick (Vincent Macaigne), se oponen firmemente a esta medida, consideran que los menores perturbarán la tranquilidad de los residentes y de paso les dará más trabajo a ellos. Sin embargo, con lo que no contaban es que los ancianos precisamente estaban deseando que alguien perturbara su tranquilidad, muchos de ellos llevan sin una sola visita desde hace años.

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Pequeños grandes amigos es previsible, sí, pero no por ello en este caso deja de funcionar. Desde el momento en el que lees la sinopsis ya sabes que los menores llevarán con su espontaneidad, "¿por qué venimos a este cementerio a comer?", la alegría a la residencia de ancianos. Su participación en actividades conjuntas con los residentes harán que éstos tengan emoción y algo diferente en su día a día.

La historia de Pequeños grandes amigos surge cuando los directores, la pareja Andréa Bescond y Eric Métayer, visitaban a su abuela que estaba en una residencia. Se dieron cuenta cómo había algunos ancianos que la llegada de sus hijos era la gran alegría de la semana, muchos vivían con pena el olvido de sus familiares.

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De esta forma empezaron a pensar en cómo podían mezclar infancia y vejez en una misma película. En Pequeños grandes amigos los beneficiados no sólo serán los residentes, también los menores. Conseguirán de esas personas que han vivido tanto auténticas lecciones de vida, de esas de las que no se olvidan. También aprenderán a saber cómo afrontar la muerte, esto no es un spoiler, toda la película esperas que llegue este momento, es obvio teniendo en cuenta el escenario principal de la película.

Pequeños grandes amigos es una gran película para ver en familia. Es divertida, tierna y toda una lección para los pequeños de la casa.

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