Todo triángulo amoroso exhibido en la Berlinale o Sundance debe mostrar un plus de tormento y realismo. El género de la comedia romántica ha terminado, al menos como fenómeno más o menos establecido, y el clásico esquema del relato sentimental es objeto de miradas más severas que escapan incluso a la categorización de "drama romántico". La de Passages es un ejemplo perfecto de ello: un enredo sentimental al que el norteamericano Ira Sachs le saca todo el jugo de a la angustia vital y la identidad sexual de sus protagonistas.
Ellos son Ben Wishaw, Adele Exarchopoulos y, sobre todo, Franz Rogowski, que encabeza un triángulo sexual internacional, pero ambientado en París, en el que un director de cine homosexual y con pareja se enamora de una mujer. Lo mejor de la película es la naturalidad con la que Sachs aborda la sexualidad de sus protagonistas, tanto gay como hetero, logrando que incluso las esporádicas escenas de sexo, francas y explícitas como son, carezcan de todo barniz polémico y exhibicionista.
De la misma manera, el resto del relato amoroso, con todas las abundantes idas y venidas de los protagonistas, evita el folletín de la mano de unas elipsis en ocasiones audaces, aunque en otras un tanto fallidas. Resulta loable que Sachs narre esta jaula de grillos quitando toda excepcionalidad sensacionalista al fenómeno sufrido por su protagonista, realizando de paso un velado retrato de las inestabilidades del mundo cultural llevas al extremo de las relaciones y la comunicación de pareja.
A pesar de cierta sensación de insatisfacción narrativa, de esas planas derivas de cine realista, Passages propone una visión mucho más áspera del romanticismo y los nuevos modelos familiares que extirpa todo lo lúdico del fenómeno que en manos de Sachs no deja de resultar interesante. Y lo es porque, desde luego, no se somete a postulados políticos: la ansiedad e indecisión del personaje gay, la dificultad por parte de sus propios protagonistas para aceptar esas nuevas posibilidades, podría estorbar a aquellos que buscan eslóganes sociales.