Andrés Arconada habla esta semana de la precuela de la famosa saga cinematográfica Los juegos del hambre que llega bajo el título Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes. Una nueva entrega que "no cuenta con Jennifer Lawrence como protagonista, esa historia ya finalizó con Sinsajo".
Una vez más nos encontramos, según el crítico de Libertad Digital y esRadio, con "un problema recurrente que tiene Hollywood, cuando las películas dan dinero no se hacen 2 ó 3 sino 5 ó 6 o las que hagan falta aunque no tengan la calidad ni den el dinero de las primeras".
"El no tener a Jennifer Lawrence como reclamo, de un papel magnífico que era lo que más importaba de las anteriores entregas, suponía un reto". De esta forma, esta nueva entrega funciona a modo de precuela, "nos remontamos 64 años con Los juegos del hambre ya implantados, están en la décima edición". Uno de los reclamos es "encontrar al malo malísimo, Coriolanus Snow que interpretaba Donald Sutherland, pero en su versión joven" que se prepara para alcanzar la gloria como mentor de los Juegos. Un hombre que "está enamorado de una de las concursantes".
La familia Snow atraviesa una época difícil y su destino depende de que el joven supere en ingenio y estrategia a sus compañeros como mentor del tributo que le sea adjudicado. Pero, todo parece estar en su contra cuando le humillan asignándole a la tributo del Distrito 12, Lucy Gray Baird, a la que estará irremediablemente unido. Estamos ante un "nuevo juego y nuevas premisas".
Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes "no me ha interesado nada, es confusa y no entiendo los giros para intentar dar emoción a una historia que se acaba a los 10 minutos y que sabes perfectamente cómo va a seguir". No obstante, Arconada salva el hecho de que "está bien hecha, ya que está dirigida por Francis Lawrence y el mismo equipo que las anteriores y eso es lo mejor".