Hay películas que te tocan especialmente, tanto que te pueden hacer llorar en la sala de cine o en el sofá de tu casa. Lo que no es habitual es que siendo un periodista de cine en plena rueda de prensa rompas a llorar durante tu pregunta al equipo. Eso ha pasado este martes en el Festival de Cine en Español de Málaga y no piensen que ha sido por falta de profesionalidad de la compañera a la que le ha pasado, es que realmente La casa es una película con la que Álex Montoya, su director, te toca directamente en el corazón.
El largometraje 'La casa' inunda la sala 1 del cine Albéniz de emociones y recuerdos entre el público. pic.twitter.com/VoCtoPzzlX
— Festival de Málaga (@festivalmalaga) March 5, 2024
No sólo ha llorado la periodista; David Verdaguer, Óscar de la Fuente, Luis Callejo y Olivia Molina, los actores principales de La casa, han terminado también entre lágrimas. La casa es la adaptación de un cómic de Paco Roca en el que contaba su experiencia personal; un año después de la muerte de su padre, él y sus hermanos volvieron al inmueble con la intención de venderlo.
Lo que en un principio parecía una tarea fácil, deshacerse de un grupo de trastos viejos y adecentar la casa para venderla, pronto se complica: se darán cuenta de que las viejas zapatillas que su padre se ponía para cuidar el jardín, el almanaque de otro año con anotaciones o sus herramientas en el garaje son enseres mágicos. Son objetos que al tocarlos, o simplemente al verlos, te hacen viajar en el tiempo. Tirarlos a la basura sería en cierto sentido borrar una parte de esa memoria.
En La casa el hilo conductor es el personaje de David Verdaguer, un escritor de éxito que es el primero en llegar junto a su novia (Olivia Molina). Tras él lo hará su hermano mayor (un sensacional Óscar de la Fuente) con su mujer y su hija adolescente, y se unirá su hermana (Lorena López) con su familia, la única que sigue viviendo en la zona.
Luis Callejo (impresionante una vez más) es quien interpreta a este padre que trabajó duro toda su vida para darles un buen futuro a sus hijos. Con sus ahorros compró una segunda residencia que convirtió en la principal al enviudar. Una casa con jardín y piscina que llenaba todos los veranos con la esperanza de que sus hijos, ya adultos, fueran con sus nietos. Una casa llena de recuerdos en la que sus hijos, cuando eran pequeños, disfrutaban tanto.
La casa es una película que nos muestra a una familia que podría ser cualquiera de cualquier parte de España. Un pequeño huerto en el jardín que da unos tomates como no los encuentras en ningún sitio, viajes largos en coche sin cinturones de seguridad. Álex Montoya consigue recrear una ambientación increíble que parece que ha grabado a tu propia familia. Y eso seguramente es lo que le ha pasado a la compañera en una rueda de prensa que ha comenzado con un cine Albéniz a reventar y tras un aplauso realmente atronador, posicionándose como una de las favoritas a alzarse con el premio del público en el Festival de Málaga.
Álex Montoya nos trae al presente los recuerdos mediante una serie de flashbacks conforme los personajes se van encontrando con objetos. Objetos mudos que dicen demasiadas cosas. Momentos muy emotivos como cuando deciden "quitarle" el coche a su padre por su propia seguridad. La casa cocina, nunca mejor dicho, a fuego lento las emociones y cada espectador llorará en un instante, el que le recuerde su propia historia, o simplemente comprenda todo lo que implique esa imagen o frase de guión. La casa llegará a los cines el próximo 1 de mayo, y sí, yo también lloré viéndola.