
La familia real británica no gana para disgustos, entre los contratiempos como los de Kate Middleton y los escándalos sexuales que han afectado a numerosos miembros de la monarquía. Uno de los más escandalosos fue el que protagonizó hace unos años el tercer hijo de la reina Isabel II y hermano del actual rey Carlos III, el príncipe Andrés.
El príncipe británico se vio implicado en el caso Jeffrey Epstein, el multimillonario que captaba a menores de edad para que él y sus amigos abusaran de ellas en las diferentes mansiones que tenía, ya fuera en Nueva York, Miami o incluso en una isla privada. Este mes de enero la Justicia de Nueva York desclasificó numerosos documentos judiciales del caso en los que aparecían nombres como Bill Clinton o el príncipe Andrés.
El tercer hijo de la desaparecida reina Isabel II nunca negó su amistad con Jeffrey Epstein, de hecho había fotografías que así lo atestiguaban. Pero su negativa a condenar el caso se produjo ante millones de personas en 2019 en la BBC durante una entrevista con Emily Maitlis para el programa Newsnight.

Sus tartamudeos, nerviosismo y sobre todo sus respuestas y justificaciones, "tengo un problema genético por el que no sudo" para intentar desmontar el testimonio de una de sus víctimas sobre cómo el príncipe sudada, hicieron que cayera en desgracia. Buckingham le retiró sus títulos honoríficos y fue repudiado públicamente.
Esa entrevista, y cómo se gestó, está contada en la película de Netflix La gran exclusiva, que adapta el libro Scoop: Behind The Scenes of the BBC's Most Shocking Interview, de la productora del programa de BBC Newsnight, Sam McAlister (Billie Piper), responsable de tal hazaña. Una vez vista la entrevista al príncipe Andrés, todo el mundo se preguntó cómo había accedido a tal cosa. Había acusaciones sobre él muy graves: Virginia Giuffre le acusaba de haber abusado de ella al menos en tres ocasiones cuando tenía 17 años dentro de la red de pederastia controlada por Epstein.

La película está dirigida por Phillip Martin, uno de los directores de la serie The Crown en donde no se toca en absoluto este tema. Uno de los aciertos de La gran exclusiva es no perderse en tramas secundarias. La película de Netflix comienza con el anuncio de la dirección de la BBC de una reducción de plantilla que afectará a todos los departamentos y programas. La productora Sam McAllister hace todo lo posible por demostrar su valía consiguiendo lo imposible.
Afortunadamente, la película no se centra en el drama de los diferentes personajes sino que sigue a la productora en sus negociaciones con Palacio hasta llegar al momento cumbre de la película, la entrevista. Sólo nos esboza con pequeñas pinceladas el snobismo que se vive dentro de la cadena pública británica donde una chica de barrio como Sam McAllister, con sus oros y sus estampados de leopardo, no termina de ser aceptada. Pero todos tuvieron que rendirse ante ella, había conseguido lo imposible, la gran exclusiva.