Hay películas que te revuelven el estómago, que son muy incómodas de ver, pero sin embargo son necesarias. Es el caso de El consentimiento, película basada en hechos reales que hace que todavía sea más repugnante lo que estamos viendo.
Trata de cómo el famoso escritor francés Gabriel Matzneff seducía a niñas de 13 y 14 años. Este pedófilo no lo ocultaba, todo lo contrario, contaba en sus libros todos los detalles de cómo las seducía y todo lo que hacía con ellas. Es más, salía incluso en programas de TV en Francia entre el aplauso de todos. Programas en los que contaba incluso sus viajes de turismo sexual a Filipinas para acostarse con niños de 8 y 9 años.
El Consentimiento se basa en el libro del mismo nombre que una de las víctimas de este pedofilo, Vanessa Springora que en 2020 contó cómo este depredador sexual le destrozó la vida. Un depredador sexual arropado y protegido por la intelectualidad francesa, de la literaria, de los medios e incluso de la política. El socialista François Mitterrand, presidente de Francia, llegó a publicar un artículo elogiándolo. Insisto, este pedófilo se regodeaba de cómo abusaba de menores.
Es más, Michèle Barzach fue su ginecóloga de cabecera, a la que llevaba a las menores para que le recetaran anticonceptivos sin conocimiento de los padres y les hiciera revisiones. Michèle Barzach llegaría a ser ministra de Mitterrand. Y lo más increíble, directora de Unicef Francia, sí la organización de Naciones Unidas para la protección de la infancia.
No es hasta 2020 cuando Matzneff cae en desgracia tras la publicación de El consentimiento, como si antes no lo supieran. La película cuenta con crudeza cómo este depredador sexual, este pedófilo, dominaba psicológicamente a sus víctimas. Y el título se refiere a que sí que había consentimiento. En un momento en el que se debate tanto sobre la importancia del consentimiento, en este caso vemos como una menor de 14 años que está influenciada, manipulada y dominada psicológicamente el consentimiento que haya dado es lo de menos.