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Arturo Valls pasa de ser un buen hombre, tanto que por momentos parece tonto, a una mala persona por el bien de su familia y amigos.

'Mala persona', comedia en la que Arturo Valls se convierte en la peor persona del mundo

Arturo Valls pasa de ser un buen hombre, tanto que por momentos parece tonto, a una mala persona por el bien de su familia y amigos.

El karma parece que no siempre funciona. Sólo así se puede explicar que a la mejor persona del mundo la vida le mande una enfermedad terminal. Esta es la premisa de Mala persona, comedia en la que Arturo Valls da vida en a Pepe, el dueño de un bar que resulta ser un auténtico santo. Tanto, que la gente se aprovecha continuamente de él. En su local cuelga un cartel de "aquí se fía". Pepe es todo bondad y siempre hace lo mejor para los demás. Sin embargo, la vida le tiene algo preparado para probarle. Un día, un médico le comunica que tiene una enfermedad terminal y que no hay nada que hacer, solo vivirá unos meses más.

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Arturo Valls en 'Mala persona'.

El personaje de Pepe es tan buena persona que piensa en lo que sufrirán su familia y amigos con su muerte. Como no quiere que su familia sufra decide dejar de ser buena persona y así hacer que sus familiares y amigos se vayan de su lado. De esta forma, intenta que no le echen de menos cuando muera.

Para tan descabellado plan contará con un amigo que es un auténtico caradura, Juanjo (Julián Villagrán) pero hasta con las peores decisiones su mujer Sagrario (Malena Alterio) parece perdonarle todo, así que tendrá que pisar el acelerador de la maldad.

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José Corbacho en 'Mala persona'.

Mala persona es una comedia que funciona por momentos, pero en otros el ritmo parece haberse frenado en seco. Tanto Arturo Valls como Julián Villagrán y Malena Alterio están más que correctos, mención especial merece José Corbacho haciendo de cura del barrio. Una auténtica pena ya que la premisa de la película, idea de Diego San José (Ocho apellidos vascos), es bastante buena.

El problema que tiene Mala persona es que no termina de encontrar el tono. Torrente, Ocho apellidos vascos y Padre no hay más que uno son tres comedias, pero con un humor y formato muy diferentes. En Mala persona encontramos un poco de todo ello, desde el humor inteligente, al gamberro o al más propio de comedias locas adolescentes. Y esa falta de unidad en el tono hacen que por momentos sea una comedia fallida.

Su director, Fernando García-Ruiz, ya trabajó con Arturo Valls en su anterior trabajo, Descarrilados. Cosas de la industria del cine y sus tiempos, este verano este director estrena dos películas, Mala persona esta semana y Odio el verano, con Julián López, Kira Miró y Jordi Sánchez, en el mes de agosto.

Mala persona ya está en los cines de toda España.

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