En una rueda de prensa una superestrella del mundo del fútbol como Vinicius se derrumba y rompe a llorar. El fútbol es mucho más que 22 hombres detrás de un balón, hay mucho sentimiento y muchas historias de superación. En plena Eurocopa, con España metida en la final, la plataforma Netflix estrena El Campeón, una película española que versa sobre la trastienda del fútbol.
Un equipo, el Atlético de Madrid, y su campeón, el recién elegido mejor jugador joven de Europa con tan sólo 20 años, Diego. Un delantero que no sólo está a punto de darle la Liga a su equipo, sino que también le está aportando numerosos quebraderos de cabeza. Su carácter impulsivo y conflictivo con rivales, e incluso con compañeros de equipo, hace que el club se esté planteando rescindir su contrato.
Como última oportunidad contratan a un profesor de psicología, Álex (Dani Rovira), para que el jugador mejore su conducta. Un profesor que también cuenta con traumas. Entre el jugador y el profesor hay varios personajes; como el padre de Diego, interpretado por Pablo Chiapella, y y el representante del mismo, al que da vida Luis Fernández, al que conocimos en la serie Los protegidos. Una pena no ver más a este actor, uno de esos talentos desaprovechados.
La película El Campeón es entretenida pero carece de profundidad. Es una historia de superación de una estrella mundial del fútbol a la que se le podría haber sacado mucho más jugo. El Campeón está dirigida por Carlos Therón, al que debemos comedias tan divertidas como Es por tu bien o Lo dejo cuando quiera. En esta ocasión se trata del remake de la película italiana Il Campione cambiando la AS Roma por el Atlético de Madrid.
Aquí puede radicar el motivo de por qué un director solvente como Therón no ha firmado una película mucho más redonda, que estuviera limitado por el guión de la original. Algunas etapas de este viaje de descubrimiento y superación parecen llegar sin previo aviso, atropelladas, tenían que pasar, sin que el espectador haya hecho al mismo ritmo ese trayecto.
Mención aparte merece Dani Rovira, que parece haber dejado a un lado definitivamente la imagen exclusiva de rol cómico. Si bien sigue cosechando la comedia, género que se le da muy bien, en sólo un mes lo hemos podido ver en dos papeles dramáticos totalmente distintos que nos muestran que es mucho más que un actor de gag.
Hace sólo una semanas estrenaba El bus de la vida, donde se metía en la piel de un profesor de música al que detectan cáncer. Y en El Campeón como un profesor de psicología con una mochila de traumas enorme que le impide avanzar. En los dos trabajos demuestra que es un actor de recursos, que avanza. En el mes de agosto lo veremos nuevamente en una comedia, Cuerpo escombro.
Por cierto, los aficionados del Atlético de Madrid podrán disfrutar del Metropolitano a lo grande, porque si algo sí tiene El campeón es presupuesto, y se nota. En definitiva, El Campeón es una película para toda la familia que puede hacer pasar una buena tarde mientras se disfruta de un deporte que va mucho más allá del verde de la hierba.