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'El Sindicato' con Mark Wahlberg y Halle Berry, comedia y acción que no funciona

El Sindicato, estrenada el pasado viernes en Netflix, es una comedia de acción y espionaje.

El Sindicato, estrenada el pasado viernes en Netflix, es una comedia de acción y espionaje.
Mark Wahlberg y Halle Berry en El Sindicato. | Netflix

Llevándose la acción obrera al terreno del cine de espías a lo Misión Imposible, la última película de acción de Netflix con una factura más o menos desahogada es El Sindicato, producción al servicio de Mark Wahlberg y Halle Berry y que, según claman éstos, es toda una culminación fílmica a una larga amistad real que abarca décadas (los títulos de crédito están regados de imágenes de encuentros entre los dos actores a lo largo de los años).

Un poco como los protagonistas de la película, un obrero de la construcción envuelto en una misión internacional cuando su exnovia del instituto, espía de profesión, recurre a él para sumarse a un equipo de élite al servicio de la inteligencia estadounidense. Semejante premisa al servicio de sus estrellas (Wahlberg produce a través de su firma Municipal) puede ser todo lo mala o buena que sus responsables quieran, y lamentablemente El Sindicato no es precisamente la labor de amor que se desprende de esa campaña publicitaria.

El director Julian Farino, hasta ahora vinculado a proyectos televisivos, no permite que la película levante el vuelo. Ya en su prólogo de acción se percibe el desinterés y rutina, una impresión que perdura hasta, al menos, el último episodio en Croacia, donde al menos una aceptable persecución de coches (con un estupendo Focus ST y un Porsche 911) culmina la función. Es tratarse de consolar con muy poco, en tanto el otro puntal del largometraje, la química entre Wahlberg y Berry, se revela la verdadera misión imposible de la película: ni está ni se la espera mientras el guion nunca hace funcionar la premisa de un sindicato de espías que recurre a salarios patriotas para reforzar su red de acción.

Una traslación, por cierto, de ese modelo de cine de acción obrero de Peter Berg, director tan cercano a Wahlberg (le ha dirigido en cinco películas, desde la excelente El único superviviente pasando por Día de patriotas, Marea Negra, Milla 22 y Spenser: Confidencial, todas ellas mejores que la aquí presente) que aquí sin embargo brilla por su ausencia, por su desarrollo, o al menos, por su ingenio. El Sindicato es una más, en fin, del gran corpus de películas sota-caballo-rey de streaming, donde todo parece falso, secundarios de lujo como Jackie Earle Haley y J.K. Simmons aparecen y desaparecen sin mucho entusiasmo y cunde la sensación de fatiga artística desde el comienzo. Es la demostración de que en Hollywood todo depende de quien dirige y produzca, no de guiones gestionados por una inteligencia, ya sea artificial o humana, pendiente de rellenar contenido.

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