En los últimos reportes de taquilla provenientes de EEUU destaca un hecho fundamental: la terrible mala racha de Hollywood en China, un mercado de enorme potencial en la taquilla que parecía haber cerrado sus puertas al cine norteamericano, parece haberse abierto de par en par, al menos temporalmente, con una película: Alien: Romulus.
La nueva entrega de la célebre saga de ciencia-ficción y terror lleva acumulados unos gloriosos 82 millones de dólares desde mediados de agosto, y sumando, en China. Se espera que el monto final alcance los 114, según reporta la agencia Maoyan.
Un extraordinario logro para la película dirigida por el uruguayo Fede Álvarez y producida por el director de la primera entrega, el célebre Ridley Scott (Napoleón). Y una que ha roto los malos resultados de las películas extranjeras en el país, acostumbrada ya a filmes de producción propia o a algunos que tocan sus propios intereses y géneros, como la reciente Godzilla y Kong: El nuevo imperio.
Recientes taquillazos a nivel nacional y mundial como Deadpool y Lobezno, Gru. Mi villano favorito 4, Del revés 2 y otras se han tenido que conformar, sin embargo, con resultados modestos. ¿Qué tiene Alien que ha seducido a las plateas chinas?
En realidad, muchas de las películas de la franquicia no se han exhibido en cines Minos. Tan solo las precuelas más recientes Prometheus (2012) y Alien: Covenant (2017) se mostraron en la gran pantalla, en ambos casos con buenos resultados (la primera 35 millones, la segunda 45).
Tal y como informa Variety, en esos años los blockbusters de Hollywood todavía acostumbraban a hacer extraordinarios resultados en esa taquilla, convirtiéndose en un mercado absolutamente fundamental para la industria norteamericana. No era extraño que una película de esa nacionalidad rompiera la barrera de los cien millones, pero eran otros tiempos.
Una de las claves de todo parece ser la censura, que en el caso de Alien: Romulus ha brillado por su ausencia. Todo su contenido potencialmente polémico se reduce a la violencia física, y no ha requerido cortes como otros títulos. Deadpool y Lobezno, que abunda en bromas sexuales y sobre drogas, sí sufrió severos cortes en el país.
El gobierno chino mantiene un férreo control de la exhibición en cines y cuida especialmente la ausencia de mal lenguaje, blasfemia o críticas al propio régimen comunista. No obstante, la epidemia del coronavirus ha contribuido a marcar un antes y un después en el cierre de ese abundante mercado. Solo un puñado de films norteamericanos logran resultados decentes que sumar a su recorrido mundial. El xenomorfo espacial, parece ser, no contiene atribuciones políticas para la dictadura.
Parece ser, no obstante, que la cada vez más férrea censura ha perjudicado los beneficios en las salas chinas, que han caído un 21%, y el Gobierno ha decidido aflojar un tanto la mano. Las buenas críticas y la falta de competencia nacional en la cartelera ha facilitado las cosas, y la película lo ha aprovechado.
Parece que, precisamente, ha sido el contenido adulto de la película el que ha garantizado el éxito, asegura la publicación, que subrayó también la inexistencia de competencia en este momento concreto. Que el film no requiera haber visto las secuelas previas como en el caso de Star Wars, porque mantiene su propia independencia, también ha sido un punto a favor en un mercado tan cerrado.