¿Qué hacen el actor Samuel L. Jackson y el director Renny Harlin haciendo explotar cosas en Madrid? Evidentemente, rodar una película. Jackson, que repite con el director finlandés tras películas como Memoria Letal, Deep Blue Sea o Cleaner, se encuentra rodando con Harlin The Beast, un thriller de acción en el que -como el propio realizador promete- "nadie volverá a verlo de la misma manera".
La causa, por supuesto, la multitud de explosiones del film de acción que protagoniza Joel Kinnaman (Robocop, Escuadrón Suicida) durante un rodaje que se ha extendido durante ocho semanas y que se ha desarrollado en las islas Canarias y en diversas localizaciones de la capital, de la que -asegura en broma el director -"ha volado la mitad".
El rodaje iba a comenzar el pasado mes de septiembre pero fue retrasado algunas semanas debido al abandono del primer director vinculado al proyecto, James Madigan, director de segunda unidad de la exitosa extravagancia de FX de Jason Statham, Megalodon, y supervisor de efectos visuales de multitud de éxitos como G.I Joe o Iron Man 2. La de Harlin, de 65 años, fue una incorporación de última hora.
El título original de la película, "La Bestia", hace referencia al apodo que el Servicio Secreto utiliza para la limusina del Presidente de los Estados Unidos. En la película, un grupo terrorista coordina un ataque contra Estados Unidos y el presidente (Samuel L. Jackson) descubre el alcance de las capacidades ofensivas La Bestia.
Un argumento que parece hecho a la medida de Harlin, realizador de extraordinario éxito en los 90 con el auge del cine de acción más explosivo y películas como La Jungla 2: Alerta Roja, Máximo Riesgo o La isla de las cabezas cortadas. Refugiado ahora en producciones de menor alcance, Harlin ha logrado sin embargo un notable número uno este mismo año con el estreno de The Strangers, película de terror de la que se espera ya la segunda parte.
"Gracias Madrid por tu belleza y el cariño que nos has dado. Después de The Beast nadie te verá de la misma manera. ¡Ahora a volar otra ciudad! Viva España", escribió el director en Instagram para despedirse de esta etapa del rodaje en la capital.
Una de las localidades elegidas fue Brunete, donde se filmaron varias escenas nocturnas a mediados de noviembre. Tal y como informó el diario Canarias7, el rodaje en las islas tuvo lugar en platós construidos por el Cabildo en Infecar, con una tecnología de realidad virtual única en el país.