Como es habitual, la Super Bowl del domingo, que enfrentó a los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs, estrenó los anuncios más caros y millonarios del año en EEUU. Los estudios de cine mostraron breves adelantos de sus títulos del verano y muchas estrellas de todas las artes se dejaron caer por otros poniendo su rostro a disposición de marcas destacadas.
Este último ha sido el caso de Harrison Ford y la firma Jeep, que ha realizado un comercial dirigido por James Mangold -que ya se puso tras las cámaras con Ford en la última entrega de Indiana Jones, El dial del destino- presupuestado en nada menos que 32 millones de dólares y en el que a lo largo de dos minutos desgrana las virtudes del modo de vida americano más auténtico. El resultado es, por si cabía alguna duda, el mejor de todos los mostrados este año en la famosa competición.
La tesis del anuncio es que no hay manual de instrucciones para la vida, por lo que cada cual tiene que hacerse uno propio y personal. Harrison Ford, de 82 años, ya lo ha hecho, y se compone de muy pocas cosas que le hacen sentir bien: una de ellas es, naturalmente, su Jeep Wrangler 4xe (eso sí, eléctrico) que él mismo conduce junto a su perro Wiley.
En una lujosa cabaña de madera que parece salida de la serie del universo Yellowstone que él mismo protagoniza, 1923, Ford reflexiona sobre la humildad del héroe americano, la libertad y la habilidad para inspirar a otros. El veterano actor, que vive una nueva resurrección en su carrera gracias al cine, serie como la citada de Taylor Sheridan o la comedia Terapia sin filtro, sigue siendo un rostro conocido por varias generaciones de espectadores. Todo un clásico americano, como la marca Jeep.
De modo que entre muchos, muchos planos de la bandera americana al amanecer y frases como "la libertad es para todos, pero no es gratis. Hay que ganársela",, Ford añade una coda humorística marca de la casa: "Este Jeep me hace feliz aunque mi nombre sea Ford", susurra. "Elige lo que te haga feliz".