
Desde el estreno de Black Mirror, todo drama con un componente de ciencia ficción acerca de la deshumanización en un contecto tecnológico es susceptible de compararse con la ficción de Charlie Brooker. Y algo así, en cierto modo injusto, ocurre con La evaluación, primera película de la francesa Fleur Fortune, que desde luego manifiesta un cuidado de la puesta en escena y los elementos técnicos del film superior a la media.
Drama y ciencia ficción al servicio de dos actrices, Elizabeth Olsen y Alicia Vikander, La evaluación -que se estrena en España en Prime Video- muestra un futuro distópico y autoritario, hiperconcienciado con el cambio climático, donde una pareja se somete a una estricta evaluación para tener un hijo. Naturalmente, estamos ante una suerte de thriller psicológico, y la evaluadora someterá a pruebas verdaderamente duras a la pareja, convirtiendo la situación en algo todavía más oscuro de lo que aparenta.
Si la sombra de Mujer blanca soltera busca se pasea por su mente, no andan demasiado equivocados. Por mucho que la puesta en escena indie y elaborada de Fortune, su película evoca en clave futurista muchos de esos thrillers domésticos que abundaron en las grandes pantallas de los ochenta y noventa. Y aunque La evaluación no sea del todo consciente de ello, que el film caiga directamente en esa categoría y sobreviva para contarlo es una virtud.
Tanto o más que sobre la paternidad y el conjunto de reglas artificiales que parecen regir un mundo donde todo está codificado y controlado, La evaluación extiende esa crítica, de nuevo quizá sin ser consciente del todo, a un mundo de cultivos sostenibles, imágenes artificiales y estrictas reglas contra un cambio climático concebido como instrumento del miedo y espada de Damocles gracias a, por cierto, los fenomenales exteriores rodados en Tenerife. En cierto modo el film fantasea con ese discurso sostenible erigido abiertamente como herramienta de control del estado, identificando la disidencia con cualquier elemento de incorrección política, y ese viraje de Hollywood resulta refrescante.
Aunque la premisa se acaba antes y la película se prolonga demasiado, Fortune hace un buen ejercicio balanceando el evidente humor negro del film sin convertirlo en una comedia mientras, poco a poco, desplaza silenciosamente el foco hacia la evaluadora Alicia Vikander. Que La evaluación parezca más una variación de La huérfana o una muestra de género como el de Collet-Serra que un film de Alex Garland o Spike Jonze es, también, una virtud, dado que lo interesante es el duelo de dos buenas actrices (con Vikander sintonizando la energía de su pareja Michael Fassbender en Prometheus) más que en las innegables pretensiones de la directora.