La macrodemanda de Blake Lively contra el director de su último y exitoso film, Romper el círculo, sufre un duro varapalo despues de que la actriz haya retirado la décima y undécima causa del documento, las referidas en concreto al agravio IED relativo al daño emocional "intencional" y "negligente" durante el rodaje de la adaptación literaria, que precisamente narra el caso de una mujer maltratada.
Así se recoge en dos cartas de los equipos legales de Lively y Baldoni remitidos al juez del caso este lunes. Uno de los abogados del actor y director indica que los abogados de Lively, esposa del actor Ryan Reynolds, les informaron de que el Trastorno Explosivo intermitente (episodios de agresion verbal o física) serían retirados de la causa judicial presentada el pasado 31 de diciembre.
Un caso que ha acaparado centenares de titulares y ha resultado un verdadero festín mediático no solo por el éxito de la película -cuya secuela, basada también en la novela de Colleen Hoover, permanece en un limbo- sino por la naturaleza de las acusaciones de la actriz, una figura poderosa en Hollywood que ha difundido conductas graves como acoso sexual, entre otras.
La retirada voluntaria de los cargos por daño emocional es, según el equipo de Lively, una muestra de "buena fe para agilizar el litigio" y responde a la sugerencia del abogado de la otra parte en la que Lively estaba tratando de evitar cumplir con la petición al juez de identificar a quienes le dieron atención médica y los registros correspondientes sobre su salud mental. El juicio está previsto que comience a primeros de marzo de 2026.
El letrado de Baldoni señaló antes de la maniobra que la actriz "sólo está dispuesta a retirar sus demandas sin perjuicio", por lo que se "niega" a facilitar estos documentos y desea mantener el derecho a volver a presentar sus acusaciones en otro momento e, incluso, en otro tribunal.
La batalla legal entre Lively y Baldoni se inició a finales de 2024, cuando la actriz denunció al actor y director de Romper el círculo -una de las películas más rentables del año pasado- por acoso sexual y por comportamientos inadecuados.
La acusación de la actriz era la de ejecutar un plan para dañar su reputación tras la denuncia de acoso sexual y a su vez estos demandaron a la actriz y a su esposo, Ryan Reynolds, junto con su publicista, por intentar "destruir" su carrera mediante una campaña secreta en redes sociales, medios e internet.
Lively desveló que Baldoni había hablado durante el rodaje de su peso con su entrenador personal, había hablado de su vida sexual y adicciones de manera inadecuada y la había presionado para que revelase sus creencias religiosas. El marido de Lively, Ryan Reynolds, habría estado presente en algunas de las reuniones tras los primeros desencuentros.
La actriz tambien reveló que Jamey Heath, uno de los productores y socio de Baldoni, le mostró un vídeo de su mujer desnuda dando a luz. La pareja productor y actor llegó a entrar sin permiso en su caravana, incluso cuando amamantaba a su hijo, y le contaron anécdotas sobre sus relaciones sexuales. Poco después de la muerte del padre de Lively, Baldoni le insistió en que era capaz de comunicarse con los muertos.
Todo condujo a una campaña de promoción llena de desencuentros que fue la comidilla de fans y medios de comunciación, pero que a la sazón no afectó el incuestionable éxito del film.