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Ga'Hoole. La Leyenda de los Guardianes: la lechuza de las mil caras

Seamos claros: Ga’Hoole. La Leyenda de los Guardianes (estreno 22 de octubre) es un filme infantil interesante aunque fallido. Pero aunque sólo sea por su apuesta por distanciarse de los parámetros de la comedia familiar de la mayoría de los productos de este género, y por su impresionante factura técnica, ya merece la pena acercarse a ella. La película de Zack Snyder propone una aventura de sabores míticos y casi religiosos con algunos episodios ciertamente turbadores, que sin llegar a conmover, recuerda a películas como La historia interminable o El Señor de los Anillos. Otra cosa es que la historia pierda encanto cuando ese aliento mítico y fantástico cede ante cierta alegoría política demasiado insistente y un exceso de subtramas que no llevan a ninguna parte.

Snyder, en su primera experiencia en el cine de animación, debía haber potenciado precisamente aquello que las producciones de Pixar y Dreamworks dominan a la perfección: el carisma de los personajes. En su lugar, el director pierde la senda aventurera que tanto prometía desparramando personajes aquí y allá (quizá por imposiciones de la fuente literaria, los libros de Kathryn Lasky) impidiendo que los protagonistas lleguen a calar en el espectador, perdiéndose además en incisos que desvían la atención de ese sugerente y trágico antagonismo fraternal que subyace en la aventura. En su lugar, Snyder lo posterga todo en beneficio de una alegoría del nazismo demasiado obvia, que además margina el aspecto fantástico de una cinta que adolece de la candidez de Pixar e incluso de Dreamworks, y que acaba resultando demasiado oscura para los más pequeños de casa.

No obstante, cabe agradecer la apuesta de Ga’Hoole por un cine aventurero de arquetipos heroicos que todavía siguen teniendo potencial de estimular, por mucho que su esquizofrenia argumental acabe chafando parte del invento. Snyder lo presenta todo con su habitual retórica visual, que en ocasiones es hipnótica y en otras demasiado aparatosa (y me refiero aquí a sus habituales ralentís, elevados ya a la categoría de marca de la casa). Pero el director se las arregla para proporcionar también una serie de imágenes inolvidables, bien es cierto que debidas a la excelsa y apabullante factura técnica del producto.

En este sentido, Ga’Hoole es un espectáculo cinematográfico en tres dimensiones que roza la excelencia. La expresividad, riqueza y diseño de personajes y escenarios es simplemente arrolladora, así como el dominio de Snyder de la acción a escala gigante. Todo eso sirve para perdonar al filme algunos de sus defectos, pero no todos.

Me autoedito: el titular de esta entrada se debe a la existencia del volumen 'El héroe de las mil caras', de Joseph Campbell. Échenle un vistazo si quieren saber más sobre cómo se reflejan los mitos antiguos en las narraciones actuales...

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