La red social: David Fincher, el cuentista moderno
Si ustedes pensaban que Facebook no merecía una película, piénsenlo dos veces. La red social, que se estrena el 15 de octubre, no es la crónica de un hallazgo informático, sino una enorme película sobre un joven brillante que se convirtió en millonario poco después de cumplir los veinte. Pero también un sombrío y áspero retrato psicológico de un niño que creó la mayor red social mundial sin saber prácticamente nada de relaciones humanas... La esperada radiografía de David Fincher de una de las mayores y más representativas ideas tecnológicas del momento es de todo menos superflua. Una idea que, por cierto, no surgió de la nada, sino de la frustración por una cita romántica que salió mal...
En La red social su director David Fincher vuelve a desplegar su habitual sabiduría fílmica y su técnica perfecta para contar la historia desde un punto de vista muy negro, aplicando un montaje perfecto y calculado que le sirve para diseccionar una historia dotada de varias líneas temporales con una precisión de cirujano. No obstante, todo se dispone en realidad en torno a la elaboración de un retrato psicológico y de carácter, que además tiene como trasfondo atroz el retrato humano de las universidades de alto copete, mientras nos hace intuir las enormes posibilidades por explotar a la era de internet. Todo esto no es moco de pavo, pero Fincher y el guión de Aaron Sorkin hacen que lo difícil parezca fácil, y lo logran con mucho humor negro, pero también una innegable curiosidad y admiración hacia la visión y capacidad de trabajo de sus ambiciosos protagonistas, lo que aporta un componente de sana ironía al conjunto. La red social es, en definitiva, una película algo cínica, pero también bastante certera en su análisis humano y de los tiempos que corren.
No hay ningún instante que pueda servir de ejemplo de la maestría de su director. Toda la película es tan compacta, sostenida en su ritmo y rica en matices que sería inútil tratar de destacar algo. Así que mencionaré su reparto: Jesse Eisenberg, que interpreta a Mark Zuckerberg, es capaz de hacer compatibles la orfandad social y la antipatía de su protagonista con una riqueza inusitada de texturas que convierten el personaje en un ser humano, no un personaje de ficción. El actor, visto en Bienvenidos a Zombieland, parece especializado en interpretar pardillos, pero aquí triunfa alejándose de toda caricatura. Andrew Garfield (que interpreta a Eduardo Saverin, hasta cierto punto el inesperado héroe de la función) y, sorprendentemente, un Justin Timberlake absolutamente convincente como actor, completan un reparto juvenil perfecto y carismático incluso a la hora de retratar las miserias de cada uno de los personajes.
Por supuesto que a veces tanta perfección técnica, frialdad sentimental y ferocidad analítica, elevadas a rasgos de autor, pasan factura. La red social da la impresión de contar una historia sin verdadero desenlace, por mucho que los instantes finales de la película retraten a su personaje y cierren perfectamente el círculo (vean la reacción de Zuckerberg al certero análisis psicológico de una miembro del gabinete, momento en el que Fincher aprovecha para poner un brillante punto y final). Pero por mucho que las indemnizaciones millonarias del juicio ya hayan sido repartidas, con toda seguridad, el verdadero final de esta película todavía no está escrito.
David Fincher es de lo mejor. Todo (o casi) lo que toca se convierte en algo muy especial: "Seven", "Zodiac" (que es como darle la vuelta al calcetín de "Seven" en todos los aspectos), "El club de la lucha" (creo que también es suya) y la misma "Alien 3" son marca de la casa y de ese estilo tan, tan... ¿siniestro? Tiene una gran capacidad para crear atmósferas siniestras, inquietantes, y supongo que aunque la peli sobre los creadores de Facebook en principio no me llama nada, seguro que luego me resulta apasionante. De lo que ha hecho lo que menos me ha gustado ha sido lo de Benjamin Button, pero tampoco me resultó mala, sólo un poco blanda, o sosa, o meliflua.
El post sobre la última de David Fincher es excelente, Juan. La maestría que revela al dirigir es admirable. Personalmente siento predilección por este creador de historias fascinantes. Sus obras presentan un acabado de lo más pulido y ajustado. Os doy a conocer dos análisis sobre Seven y Benjamin Button en este interesante blog: http://prspero.wordpress.com/ A la espera de la crítica de Más allá de la vida de Clint Eastwood. Un saludo. PD: Ya me contaréis qué os parecen los artículos referidos.
Muy interesante el post de Seven, FrankBla. Precisamente ando pendiente de poder volverla a ver un día de estos. Por otro lado, para Más allá de la vida va a haber que esperar hasta enero, según mis últimos datos. Por cierto, menudo título que le han endosado a la película...todos cortados por el mismo patrón.
Ayer fui a ver la peli y a pesar de asistir a la sesión de las 22:30 en una proyección subtitulada, la sala estaba llena. La película es bastante buena. No sé qué habrá de verdad en la historia que cuenta aunque los nombres de los personajes son los reales (Supongo que Fincher sabrá lo que se hace y cómo protegerse de posibles demandas porque los personajes no quedan muy bien parados). Facebook, más que Youtube, Google, Yahoo, Amazon o cualquiera de las puntocom es el ejemplo más descomunal de pelotazo postmoderno. Nunca en toda la historia de la humanidad se había podido crear una empresa que alcanzase tamaña capitalización bursátil y tanta riqueza para sus fundadores en ... unos meses. Ni siquiera Bill Gates -personaje que también aparece en la película- pudo crear su imperio tan rápido. Y detrás lo que había era un informático marginal con problemas para relacionarse. Ya no hay hombres hechos a sí mismos, no hay luchadores que contra viento y marea y tras el sacrificio de toda una vida logren fundar un imperio con el sudor de su frente. Al final el protagonista es el mismo que rompe con su novia al principio de la película, tan sólo unos pocos años antes, casi unos meses, pero con un patrimonio de miles de millones y más soledad que nunca. Estos son nuestros tiempos y esta es una de las pelis que los reflejan. Y está muy bien. La película son casi todo diálogos por lo que merece la pena verla en VOS. Además está cargada de sentido del humor que se percibe mejor si se identifican los diferentes acentos de los personajes. Saludos.
El "flin" es un Pretty Woman para veinteañeros varones: dinero, lujo y mágica transformación de las posibilidades. Demasiado cinismo. Por otra parte, David Fincher declara que su película es la verdad de lo sucedido. Parece que su definición de verdad concuerda con la de los políticos: aquello que no es demostrablemente falso.
A las diez y media de la noche salía del cine con la seguridad de haber contemplado una película formalmente perfecta. Una historia que en principio nadie apostaría por ella y, sin embargo, no puede estar mejor narrada. Definitivamente, David Fincher es no solamente el mejor director actual, sino también el mejor cronista moderno. Agradezco, por otro lado, a Juan Manuel que nos haya acercado esta espléndida película. Yo por mi parte, y siendo ya más de las 4:30 de la madrugada me acuesto con los deberes hechos después de publicar una entrada sobre La red social: http://prspero.wordpress.com/2010/10/18/facebook-la-perfeccion-tecnica-de-fincher-en-la-red-social/