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Por qué la Academia de Hollywood odia a Spielberg

El pasado domingo, Argo consiguió el Oscar a la mejor película, tal y como estaba previsto y pese a no estar nominado Ben Affleck al mejor director. Una gala sin sorpresas en cuanto a premios se refiere, salvo el que ahora comentaremos, y en la que su nuevo presentador, el cómico y cineasta Seth McFarlane (creador de la serie Padre de Familia y el largometraje Ted) más o menos cumplió su cometido, esto es, ofender moderadamente y subir algo los niveles de audiencia de la anterior edición con el achatarrado Billy Crystal (unos 40,3 millones de americanos vieron la gala, es decir, un millón más que la precedente, justo lo que preveía la Academia). La labor de McFarlane, por cierto, no ha sido del gusto de todos, y las críticas han sido mixtas con tendencia a la baja, aunque en este punto todavía caben opiniones distintas.

Y vayamos enseguida al tema Spielberg, realizador que de haber ganado su Oscar al mejor director por Lincoln, tal y como debería, habría igualado el récord de John Ford y William Wyler, esto es, tres Oscars, convirtiéndose a ojos de la Academia en la leyenda viva del cine que ya es por derecho propio. Pero como saben, eso no ocurrió, y el premio fue a parar a las manos del taiwanés Ang Lee, que realizó una labor poco menos que excelente en La vida de Pi...

Todo a costa de dejar en la cuneta, eso sí, a la cinta más nominada de este año, y sobre todo a su director, Steven Spielberg. ¿Qué es lo que llevó a los académicos a premiar un thriller estupendo –Argo- pero inferior a Lincoln, y a un director taiwanés, Ang Lee, frente al monumental fresco histórico pintado por un sobrio Spielberg, desprovisto aquí de casi todos esos tics sentimentales de los que le acusan sus detractores, y basado además en el personaje histórico más admirado de la historia de su país?

Dicen las malas lenguas, no yo, que la Academia decidió negarle ese privilegio al de Ohio, o al menos retrasarlo una buena temporada porque, como saben, entre los miembros de la veterana institución existe un notable rechazo a la labor del realizador más exitoso de la historia reciente del cine. Spielberg, que tiene dos Oscars en su haber por La lista de Schindler (1993) y Salvar al soldado Ryan (1998) ya sufrió en esta última el varapalo de llevarse el premio al mejor director y no el de mejor película, que fue a parar a ese experto lameculos de la Academia que es el productor Harvey Weinstein y la película Shakespeare in Love (Weinstein estaba presente también este año con la comedia El lado bueno de las cosas, con la que Jennifer Lawrence, de 22 años, le quitó la estatuilla a la veterana Emmanuelle Riva, de 85, por Amor).

No fue la única ocasión en la que el barbudo realizador, de 66 años, era ninguneado de esa manera por la Academia. En 1975, Tiburón fue obsequiada con opciones a la mejor película sin que un joven Spielberg fuese contemplado como su director, pese a haber sido precisamente él quien convirtió un desastre potencial en una de las cintas más importantes en la historia de Hollywood. En 1982 Gandhi se llevó todos los premios artísticos dejando en la cuneta a E.T., ya entonces el mayor éxito de la historia del cine. En 1985, su primer intento de hacer cine "serio", El color púrpura, fue nominada a nada menos que once Oscar y no se llevó ninguno (fue el año en que ganó la mucho más romántica Memorias de África). Pero no hay que irse tan lejos: recordemos los casos de la reciente y magistral Munich, con apenas cinco nominaciones y ningún Oscar, e incluso la reciente War Horse el año pasado, película discutible donde las haya pero bastante superior a ese juguetito nostálgico que fue The Artist, la mejor película a juicio de los académicos.

En su lugar, y en vista de que Affleck no fue ni siquiera nominado (en otro error flagrante de éstos, si lo que querían era premiar al actor por su labor en la película ganadora, como así ha sido), los académicos decidieron premiar a otro excelente director al que en su momento le robaron la estatuilla a la mejor película. Me refiero a Brokeback Mountain, que en 2005 obtuvo el premio al mejor director (Ang Lee) pero no el de mejor largo, que fue a parar a la mediocre Crash por aquello de, dicen todavía las malas lenguas, no premiar a una película que al fin y al cabo narraba una historia de amor homosexual entre cowboys.

Y si darle un Oscar a Ang Lee supone arreglar el agravio anterior, premiar a Argo, dirigida con pulso maestro por Affleck, significa también darse unas palmaditas en la espalda a sí mismos, que tampoco está tan mal. Al fin y al cabo, en la película del actor y director, es el propio Hollywood –encarnado en dos viejos zorros del negocio interpretados por John Goodman y Alan Arkin- quien proporciona a la CIA, de manera heroica, las herramientas para rescatar a un grupo de norteamericanos en territorio extranjero, y de paso las gotas de humor e ironía necesarias a un thriller político que critica moderadamente la labor de Occidente en la caída de la monarquía persa.

Tal y como asegura Nikki Finke, periodista cinematográfica, existe un odio visceral en el núcleo duro de la Academia hacia la persona de Steven Spielberg. En realidad, pese a tener la película más nominada del año, nunca tuvo ninguna "oportunidad real" de ganar, ni siquiera como realizador. Él, al fin y al cabo, y esto lo digo yo, es el único motor de la revolución que cambió Hollywood, la única y verdadera fuerza central del cambio que canalizó las energías del contestatario y brillante Hollywood de los setenta –repleto de brillantes hallazgos pero condenado desde el principio a su propia extinción- hacia el futuro, más conformista y menos rebelde, pero mucho más calculador artística y comercialmente. Un cambió que pasó la página de manera definitiva sobre el cine clásico. Un finiquito que, paradojicamente, no acabó con la Meca del Cine sino que permitió su supervivencia real (demostrado por el hecho de que las carreras Coppola, De Palma, Friedkin y otros compañeros generacionales de Spielberg cayeron prematuramente en decadencia) y selló la primacía mundial que ahora ostenta.

¿Castigo al éxito? ¿Una campaña formidable de los responsables de Warner Bros y Fox para sus películas? ¿O será una apuesta honesta por el cine de género por parte de la Academia? En todo caso, y sobre todo en la igualdad que ha caracterizado a todos los contendientes de este año, de todo ello puede haber un poco en una gala que ha brillado por lo repartidos que han sido sus premios... y por la demostración de una regla no escrita: ten éxito, pero no demasiado, o alguién querrá bajarte los humos.

Por cierto, y si han conseguido llegar hasta aquí, les dejo con el especial de la cobertura de los Oscar realizada en Libertad Digital.

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comentarios
1 salina, día

Juanma, Lo que me sorprende es que los críticos habláis de "Hollywood" o de la "Academia" como si fuese un señor o una señora que decide premiar a unos y no a otros. Que yo sepa, los Oscars los otorgan miles de personas que votan según sus preferencias influidos más o menos por las campañas que realizan los distintos estudios y productores. Yo no soy crítico, pero Lincoln, a pesar de ser una película interesante y ambiciosa, me parece fallida y creo que en ningún caso se merecía Spielberg el Oscar a Mejor Director por esta obra. Si pudiésemos ver los resultados del Oscar al Mejor Director crep que veríamos unos resultados muy parejos entre distintos directores y una ventaja muy corta de Ang Lee. El problema, para mí, es que los mejores directores en 2012 no estaban nominados: Ben Affleck y Kathryn Bigelow. No creo que le tengan manía a Spielberg. Todos admiramos mucho a Spielberg pero este año no era el mejor. (Estoy completamente en desacuerdo con que "Crash" era una película menor.) Un saludo, S.

2 parmenid, día

Lincoln no era la mejor película, pero sí merecía ser premiada. La fotografia es espléndida, la interpretaciòn de Lincoln y de su esposa es magistral. El tempo es maravilloso. Y existen dos o tres momentos de una tensión dramática que erizan el pelo; ls discusiòn entre esposos por los hijos y el razonamiento de Lincons acerca de la primacia de la Ley sobre todo, incluso sobre la guerra. Spielberg es un monstruo del cine, a quién nuestros nietos venerarán como nosotros lo hacemos con Wyller, o Ford, o Lean o tantos otros directores. No creo que le preocupe en exceso ese desinteres de la Academia por sus filmes. El seguirá con aciertos o desaciertos, pero nadie podrá negarle lo inconmensurable de obras como La Lista, Ryan, Tiburón, ET o Munich. Y no deseo dejar de lado los minutos del War Horse corriendo y saltando entre las trincheras, crateres y alambres de espinos. Salud

3 accj1303, día

Decir que Crash era un película menor ese año frente a Brokeback mountain es mucho decir. Decir que El Color Púrpura se merecia mas frente a Memorias de Africa es una memez. Los oscar a Spielberg le han hecho mucho de menos, pero no con las películas mencionadas (si con E.T. o con Indiana). War Horse y Munich no son mejores que otras películas que se quedaron sin oscar. Me parece que por buscar una razón o apoyar la opinión se han forzado un poco los argumentos y hay uno bien a la vista. Que Ang Lee tiene los mismos oscar que Steven Spielberg. Eso si es un escándalo.

4 persek, día

Había bonitos paisajes en "Brokeback Mountain". Por cierto, Mr. Ford ganó cuatro estatuillas al mejor director.

5 mrsambo, día

Aquí dejo nuestra entrada con el análisis de todas las nominadas, PODCAST previo a los Oscar y los resultados. http://cinemelodic.blogspot.com.es/2013/02/85-edicion-de-la-gala-de-los-oscars.html Muy de acuerdo en casi todas las valoraciones, incluidas las de CRASH, salvo la de THE ARTIST jejeje y una magnífica reflexión acerca de unos premios que han sido más bien raros e incoherentes. Una corrección, John Ford tiene el récord de estatuillas con 4 (El delator, Las uvas de la ira, Qué verde era mi valle y El hombre tranquilo). Yo sí pienso que LINCOLN era, junto a ARGO, la película del año, es la película con mayor hondura intelectual con mucha diferencia y sus reflexiones sobre política y democracia creo que serán referencia en el futuro, pero no me molesta que ganara ARGO, puro Hitchcock. La apuesta por el clasicismo de Spielberg, su estado de madurez completa... son una auténtica gozada, aunque pueda cansar a ojos más modernos. Haremos más reflexiones porque la verdad es que los resultados dan para mucho debate.

6 Askari, día

Spielberg es el director mas "politicamente correcto" que ha parido Hollywood. El mas fiel exponente de la linea "que jamas la verdad me estropee un bonito mensaje a las masas borreguiles". Spielberg no es un director de cine , sino es un missionero del mensaje para lo politicamente correcto y contra las libertades.

7 punkcela, día

Soy admirador de Spielberg desde niño, pero Lincoln no me ha gustado mucho. No creo que haya nadie contra él, simplemente la película no era la mejor. http://miscelaneapasarratos.blogspot.com.es/2013/01/lincoln-2012.html

8 capalmon, día

Pues algo de manía le deben tener, si bien es cierto que las mejores películas de Spielberg no siempre se han correspondido con la mayor recaudación o éxito comercial y esto para Hollywood es muy importante. Probablemente el problema está ahi, que no ha repartido sobres o como buen judío los ha repartido entre los suyos. De todas formas si repasamos la historia de los Oscars encontraremos con el galardón a mejor película a pestiños importantes que competían con verdaderas obras maestras. Así que no es tan grave. Spielberg va a seguir siendo millonario y realizando de vez en cuando grandes películas y la Academia va a seguir esforzándose año tras año por mantener en funcionamiento uno de los negocios y señas de identidad más importantes de los Estados Unidos.

9 salina, día

No he dicho antes las razones por las que Lincoln me parece una película fallida. En primer lugar, ¿qué quiere transmitir Spielberg con esta película? No creo que lo sepa ni él. Desde luego, no transmite una imagen real de Lincoln ya que no entra, más que de soslayo, en un tema principal: Lincoln estaba a favor del fin de la esclavitud pero no porque creyera en la igualdad de las razas. Pensaba que los negros eran inferiores a los blancos como era lo común en aquella época. Esto se oculta en la película porque hoy en día no sería políticamente correcto. Después, la película se centra en la compra de votos para conseguir el fin de la esclavitud. ¿Quiere Spielberg transmitir que el fin justifica los medios? No lo creo. ¿Por qué hay que ocultar que la CIA sometía a los islamistas prisioneros en sus cárceles a malos tratos o torturas para atrapar a Bin Laden y es justo en cambio comprar votos para conseguir pasar una enmienda en el Congreso? Después, la narración se edulcora con detalles increíbles; la escena de los dos soldados negros hablando con Lincoln de tú a tú es inconcebible que ocurriera en la realidad, y la “sorpresa” de ver al diputado radical con su compañera negra en la cama es también un golpe de efecto innecesario e increíble también. Por cierto, para justificar que ese mismo diputado dijese en el Congreso (lo que estará reflejado en el Diario de Sesiones) que no creía en la igualdad de las razas, se nos da una explicación rocambolesca. Tenemos también escenas con niños (el hijo de Lincoln) como es habitual en el cine de Spielberg, que no aportan nada. La película se hace larga y pesada. Los numerosos personajes están a la fuerza poco definidos. La puesta en escena es oscura y polvorienta. ¿No entraba el sol en las habitaciones de la Casa Blanca en 1865? Compárese con la puesta en escena y la fotografía de “La Edad de la Inocencia” de Scorsese que transcurre en Nueva York en 1870.

10 gaditano, día

A mí me gusta Spielberg, ya desde aquella pequeña maravilla que era El Diablo sobre ruedas. Por cierto The Artist es otra joya, nada de una obra menor. Pero Lincoln, salvo para la gente muy aficionada a las meticulosidades de la historia política, a pesar de la extraordinaria interpretación y de la excelente ambientación, no resulta suficientemente intensa y dramática y comprendo que a mucha gente se le haga pesada. A mí me gustó sin entusiasmarme. nada como para elaborar esa teoría del odio a Spielberg, que no deja de ser otra miniparanoia más en este internet de conspiranoicos.

11 Marty, día

Hola Juanma Un análisis muy acertado, con el que estoy de acuerdo punto por punto. Y una trayectoria de méritos no premiados que, pese a quien pese refuerza la leyenda de este genio. Al fin y al cabo, a Hitchcock le hicieron aún menos caso, y sus películas llevan décadas siendo un referente insustituible. Algún día alguien reparará también en la labor del de Ohio en cuanto a productor-creador. Desde su papel de factotum de Zemeckis&Gale (sobre todo en "Regreso al Futuro", protegiendo y estimulando la creación de los dos Bob), hasta su más que presunta autoría de esa peli sin dueño llamada "Poltergeist". En fin, que Steven da para mucho, como el gigante que es. Y ahí quedan sus películas, aguantando brillantemente el paso el tiempo y la llegada del Bluray (que gozada ver las 4 Indiana Jones una tras otra en esa calidad...). Un saludo desde Sevilla