Menú

Muere Robert Conquest, el historiador que desveló al mundo el horror del régimen soviético

El historiador británico alcanzó la fama con la publicación de El Gran Terror, donde documentó las grandes purgas de Stalin en los años 30.

El historiador británico alcanzó la fama con la publicación de El Gran Terror, donde documentó las grandes purgas de Stalin en los años 30.

Es imposible negar hoy el carácter criminal del régimen comunista soviético, salvo que se esté completamente cegado por la ideología o el odio. No era así en 1968, cuando Robert Conquest, nacido en 1917, publicó su libro más importante, El Gran Terror, en el que cifraba en veinte millones el número de víctimas de las hambrunas y purgas de Stalin en los años 30, un número que dejaba a Hitler en un segundo puesto entre los dictadores más sanguinarios de la época.

Vilipendiado por los intelectuales del momento, tan de izquierdas como siempre, que le acusaron de exagerar las cifras, la caída del régimen y la apertura de sus archivos permitió comprobar que sus estimaciones eran certeras y, en todo caso, pudieron incluso quedarse cortas. En 1990 publicó El Gran Terror: Una reevaluación, en el que utilizaba la nueva documentación para certificar sus tesis. Medio en broma, medio en serio, su amigo Kingsley Amis le propuso titularla "Os lo dije, pedazo de idiotas" ("I told you so, you fucking fools").

Como casi todos los grandes anticomunistas, Robert Conquest fue comunista en su juventud, llegando a visitar Rusia en 1937, en pleno apogeo de las purgas, a conocer de primera mano el supuesto éxito del gran experimento soviético. En la guerra sirvió como agente de inteligencia, trabajando después en el servicio diplomático británico en Bulgaria, donde presenció la conversión del país en una dictadura comunista al servicio de Moscú. A su regreso a Inglaterra pasó a formar parte del Information Research Department (IRD), un departamento del Foreign Office dedicado a contrarrestar la labor de infiltracion y propaganda soviética, donde llevó a cabo sus primeros estudios sobre la URSS.

Tras la publicación de El Gran Terror, Conquest siguió escribiendo sobre la Rusia soviética en un trabajo que culminó con The Harvest of Sorrow: Soviet Collectivisation and the Terror-Famin, donde describe las grandes hambrunas que las políticas de colectivización primero y de castigo político a los campesinos después produjeron entre 1929 y 1933 una cifra aproximada de 14,5 millones de muertos. "En las acciones que aquí se registran", escribió en el prefacio, "veinte vidas se perdieron, no por cada palabra, sino por cada letra de este libro".

"Su intuición histórica era asombrosa", asegura Norman N. Naimark, profesor de Historia de Europa del Este en la Universidad de Stanford, donde Conquest trabajó desde los años 80. "Vio lo que sucedió de forma clara sin tener acceso a archivos o a información interna del régimen soviético. Teníamos una industria entera de historiadores de la URSS que tuvieron acceso a la misma información pero no llegaron a las mismas conclusiones", concluye. "Fue uno de los pocos héroes occidentales del colapso del comunismo soviético", afirma el historiado de Oxford Mark Almond. "Fue Solzhenitsyn antes de Solzhenitsyn", dice Timothy Garton Ash.

Políticamente, tras el abandono del comunismo Conquest se consideró de centro-izquierda hasta que la llegada de Margaret Thatcher al poder, a la que asesoró sobre política exterior, culminó su paso a la derecha, que tampoco llevó a ningún tipo de extremismo. En este ámbito son famosas las llamadas tres leyes de Robert Conquest:

  1. Toda persona es de derechas en aquello que conoce mejor
  2. Toda organización que no es explícitamente de derechas antes o después acabará siendo de izquierdas
  3. La manera más sencilla de explicar el comportamiento de cualquier organización burocrática es asumir que está controlada por una conspiración de sus enemigos

Robert Conquest murió este lunes 3 de agosto a los 98 años en Palo Alto, California, por una neumonía.

En Cultura

    0
    comentarios