Menú

Los auténticos cuatro gatos antifranquistas. El especial de Libertad Digital

En el 40º aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco Libertad Digital contará lo que otros intentan aún ocultar, fabular o superar.

En el 40º aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco Libertad Digital contará lo que otros intentan aún ocultar, fabular o superar.
Los diarios tras la muerte de Franco | Corbis

Hablan los cuatro gatos, aquellos que durante el franquismo pertenecieron o se acercaron al Partido Comunista porque era "lo único que había". El único "partido organizado" para oponerse activamente a la dictadura. "Y contaba con financiación, muy importante, y una mística", explica el sociólogo Amando de Miguel. Si difuso era franquismo como movimiento, difuso fue el antifraquismo. Allí confluyeron "carlistas, liberales, comunistas", cuenta el director de Es la Mañana de esRadio Federico Jiménez Losantos, al fin y al cabo "demócratas" que querían un cambio y libertad.

Pero "éramos muy pocos", insisten en el recuerdo, "éramos tan poquita cosa", dice con cariño y desaliento el periodista y director de Vozpópuli Jesús Cacho. Jiménez Losantos recuerda que "en toda la provincia de Teruel, en los 260 pueblos de entonces, había un comunista -dedo índice en alto-, y estaba en la gasolinera. Tenía la ventaja de que le podía ver todo el mundo cuando pasaba". El político socialista Joaquín Leguina también se lo toma con humor ante las cámaras de Libertad Digital, "éramos cuatro gatos", repite. Leguina vivió estos años de estudiante subversivo, que tan poca gracia le hacía a su padre, en Bilbao.

El escritor Fernando Sánchez Dragó, que se metió en el partido "para correr aventuras", sonríe recordando al joven Dragó al que España se le quedaba pequeña. Nombra a sus compañeros de clase y celda, Javier Pradera, Enrique Mújica... "Era imposible convencer a nadie, porque el 80% era franquista hasta las cejas". Entró por primera vez en la cárcel en 1956, tras el motín de estudiantes por la muerte de Ortega y Gasset. Y entonces canta Federico ese, "estudiantes a estudiar, estudiantes a estudiar" que les dedicaban los viandantes a los 40 jóvenes reunidos en la calle para abrir los ojos a una España acomodada y sin necesidad de salvavidas.

Leguina se niega a dar nombres. Sí conoce a "uno de Izquierda Unida, hijo de militar", a esos nos les pasaba nada. Y nos encauza la siguiente duda. Entonces, si hace 50 años España no estaba llena de antifranquistas, elijamos una fecha para el nacimiento de los "sobrevenidos". "¿Le parece bien el 20 de noviembre de 1975?" Unos que nacen, otros morirán... A Jesús Cacho, Fernando Sánchez Dragó, Federico Jiménez Losantos, Joaquín Leguina y a Amando de Miguel les cuadran las agendas.

"Ese es un fenómeno de lo más curioso", dice Cacho, "enriquecieron su curriculum cuando ya no había peligro"."Felipe González, Alfonso Guerra nunca estuvieron en la cárcel. Yo sí", cuenta de Miguel. "Los socialistas no existían, allí no los conocía nadie", coinciden los cinco. Leguina se ofrece a llevar a los "jóvenes" antifranquistas nacidos en los 70 y los 80, ahora al frente de la renovación política en España, perdón por el oxímoron, a la tumba de Franco. "Que no se empecinen en acabar con Franco, está enterrado". Dragó justifica la condición humana que es así, "tirando a vil".

Los mejores años de su vida, eso se jugaron los que sí estuvieron. Y sus carreras y expedientes académicos. En el relato de las cosas que "te los ponían de corbata" aparece Gloria, compañera de Jiménez Losantos a la que la policía se llevó de buenas a primeras de un restaurante mientras comían. Al rato Federico lloraba de impotencia en un baño público. La impotencia. "Te hacía antifranquista el derecho a ser español, que eras un ciudadano, no un súbdito",

Estudiantes corriendo en una manifestación

Los cuatro gatos recordarán aquellos años en los que "a cualquier hora de la noche pudieran llamar a la puerta". Mientras otros jóvenes se iban a bailar o al cine, los domingos algunos se reunían "para escuchar las encíclicas que enviaba Carrillo desde el exilio". Pero "qué importante me sentía cuando volvía en metro a casa, entregado en secreto a la causa", rejuvenece Jesús Cacho. Gatos de uñas largas y siete vidas que pasaron semanas de escondite forzoso tras agitar el avispero. Juventud e inconsciencia, un buen amuleto.

Momentos de dictadura y de "dictablanda", sobre todo para los estudiantes que eran hijos de los vencedores. A Dragó le "daban vino en Carabanchel" y brindaba abiertamente con los demás reos el 14 de abril.

Libertad Digital volverá este mes de noviembre sobre los pasos de aquellos que sí se opusieron al régimen de un dictador militar que moría el 20 de noviembre de 1975, hace 40 años, tranquilamente en la cama. Habrá que preguntarse por qué.

Franco en campaña en África

Además el historiador Jesús Palacios, coautor de Franco, una biografía personal y política, junto a Stanley G. Payne, analizará en Libertad Digital la evolución política de un dictador totalitario. Datos sobre la represión, sus contradicciones, Franco tuvo que renunciar a las aspiraciones napoleónicas sobre África y vio como la sociedad que planeó se le escapaba de las manos. Palacios desmentirá que "fuera adversario de la Segunda República". De hecho conservó algunos de sus dictados.

El escritor y columnista José Maria Marco nos hablará del Franco Anti-liberal, liberticida y estatalista. El periodista Manuel Román rescatará la crónica social de aquellos años y la censura, no con Karl Marx pero si con el destape. Los historiadores y colaboradores de Libertad Digital, Emilio Campmany, Pedro Fernández Barbadillo, Jesús Lainz, Gonzalo Altozano o Jorge Vilches enfocarán hacia otros acontecimientos cruciales el franquismo y de la Guerra Civil. 40 años del final de la dictadura. 40 años de democracia.

Capilla ardiente de Francisco Franco

Y un día murió. Su dictadura sumó otras 30.000 víctimas a las caídas en la Guerra Civil. 60.000 por cada bando. "Todo llegó, como todo llega en la vida", dice Cacho. Alguno incluso compró una televisión para ver el entierro, para asegurarse de que la losa le caía encima. Como cantaba Julio Iglesias,

Al final las obras quedan
Las gentes se van
Otros que vienen, las continuaran

La vida sigue igual.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios