Los mapas son objetos fascinantes. Su magnetismo es universal. Su atractivo procede de la ilusión que generan, de su gran poder evocador: la soledad de una isla remota, el acceso a una región desconocida, la visión panorámica y omnisciente. La BNE custodia fondos cartográficos de valor inestimable: mapas manuscritos, incunables, grabados, atlas, cartas náuticas y cientos más. Se exponen hasta el 28 de enero.
Las cocinas del Palacio Real vuelven a abrir al público. Todo aquel que quiera visitarlas podrá disfrutar de 800 metros cuadradros de unas estancias que sirvieron a los monarcas durante tres siglos.