Hace unas semanas el tribunal más alto de Turquía declaró ilegal la conversión de Santa Sofía en un museo, ocurrida en 1934, y el presidente Tayyip Erdogan anunció su islamización. Ahora, pocos días antes de la primera celebración religiosa en el recinto, el portavoz gubernamental Ibrahim Kalin ha dado a conocer que algunos de los mosaicos bizantinos de temática cristiana serán tapados con cortinas durante las ceremonias.
En una entrevista para la televisión, Kalin afirmó que, concretamente, los mosaicos de la Virgen María y del Arcángel Gabriel que están orientados hacia la Meca serán los que se ocultarán a la vista de los orantes, ya que ese es el lugar hacia el que se dirigen los rezos en la tradición musulmana. Otras figuras de Jesús y de personajes bíblicos, situados en lugares diferentes, no correrán la misma suerte, sin embargo. Además, tras las oraciones, las imágenes tapadas volverán a ser descubiertas todas las veces.
La reciente decisión de islamizar el monumento levantó revuelo nada más conocerse y ha dividido a la opinión pública del país, que se debate entre la postura laica o la religiosa. No se trata de algo nuevo, de todas formas, ya que desde su levantamiento, en el siglo VI, Santa Sofía ha sido lugar de culto tanto para cristianos como para musulmanes de manera alterna durante cientos de años. Sólo a partir de la década de los treinta del siglo XX fue reconvertida en museo.