Personalmente es para mí una circunstancia muy feliz la celebración de este importante acto que hoyfinalmente culmina. Debo resaltar que cuando planteamos la convocatoria de este homenaje, todas las instituciones y personas que hoy están participando en el mismo, se sumaron con entusiasmo dando su pleno apoyo. Gracias por ello de corazón. Esto es así, porque hablar de Stanley Payne es hablar de España, de su pasión por nuestra nación, de su Historia Contemporánea, de su historia general, porque Payne forma ya parte de ella, como hemos puesto de relieve en la lectura del manifiesto-convocatoria.
Fue una feliz suerte del destino que aquel mozalbete alto y espigado, natural de Denton (Texas), se decidiera por el estudio del idioma español y, posteriormente, por la historia de aquella nación -la nuestra- tan controvertida. Con una beca para sus estudios de doctorado por la Universidad de Columbia, se decidió por hacer una tesis sobre Falange en la segunda mitad de los años cincuenta. Tanto en Estados Unidos, como en diversos países de Europa y, sobre todo, en España, trabó contacto con muchos líderes exiliados, falangistas o del régimen. Aquella investigación fue una historia oral, cuya tesis doctoral se publicó en Estados Unidos en 1961 con el título Falange: A History of Spanish Fascism.
La publicación de tal obra era impensable entonces en España, y la edición española salió en Francia con el sello de Ruedo Ibérico en 1965, con el título Falange: historia del fascismo español. Gracias a una nueva beca, volvió a viajar a España en 1962 y 1963 para investigar sobre la España de Franco, los militares y el nacionalismo vasco. Estableció contacto con Juan Linz, con quien mantendría una estrecha amistad, con el historiador catalán Jaime Vicens Vives, y con las grandes figuras del carlismo entonces; como Fal Conde, el ya gran empresario Ignacio de Larramendi y la sección carlista de navarra, destacando entre ellos quien sería buen y gran amigo de por vida, Javier de Lizarza. El resultado fue la publicación de diversas obras en inglés y en español, consagrando ya a Payne, al inicio de los años 70, como uno de los investigadores principales de la España del siglo XX. Sucesivamente, publicó en dos tomos en (1973) A History of Spain and Portugal; El nacionalismo vasco desde sus orígenes a la ETA (1974); La revolución y la guerra civil española (1976), y otros estudios.
Todos estos títulos, singularmente los editados en Ruedo Ibérico, dieron a Payne una aureola de historiador, que hoy llamaríamos 'progresista', entre los sectores izquierdistas. Sin embargo, el Payne que escribió La España de Franco en 1967, o sobre el fascismo, la Guerra Civil, la Falange y la II República en los años en los que la izquierda lo alababa, es el mismo historiador, con los mismos principios de honradez y rectitud profesional, que décadas después ha escrito sobre los mismos asuntos en títulos como; La España Imperial (1985), La España de los borbones (1986), Franco: el perfil de la historia (1992), El fascismo (1995), Franco y José Antonio: el extraño caso del fascismo español (1996), Unión Soviética, comunismo y revolución en España (2003), El colapso de la República (2005), Franco y Hitler; España y Alemania en la Segunda Guerra Mundial (2008), España, una historia única (2008), Por qué la República perdió la guerra (2010), Civil War in Europa 1905-1949 (2011), El camino al 18 de julio (2016), En defensa de España (2017), La revolución española (2019) y La Europa revolucionaria (2021) entre otros y hasta ahora.
El profesor Payne se ha mantenido siempre en la misma posición desde los tiempos de aquel joven doctorando en los que la ficha policial del franquismo lo calificaba de "inocentón, pero interesante por sus investigaciones y contactos", hasta el tiempo actual de casi nonagenario, acaba de cumplir los 88 años, en plenitud de facultades.
Sus trabajos y aportaciones han sido creados desde el rigor y la objetividad. Y esa ha sido su grandeza dentro de su impresionante sencillez y humanidad. En todo momento ha pretendido y logrado hacer España comprensible. Sus inteligentes aportaciones para el esclarecimiento de la bruma que ha encerrado a la Segunda República, la Guerra Civil, Franco y el franquismo, han sido decisivos. Por su personalidad y bonhomía se ha llevado bien con todos sus colegas historiadores, profesores e investigadores, tanto de la izquierda como de la derecha o liberales. Jamás ha hablado mal de nadie, aunque otros lo hayan criticado por su recto proceder. Sus análisis y críticas sobre las obras de otros han estado marcadas siempre desde el respeto personal y profesional. La amistad trenzada a lo largo del tiempo con personalidades como Juan Linz, Javier de Lizarza, Edward Malefakis, Hugh Thomas, Javier Tusell, Walter Laqueur, Jaime Vicens Vives, Ignacio y Luis de Larramendi, Nigel Townson, Michael Seidman, John Coverdale, Burnett Bolloten, Luis Pericot, Luis Palacios, Manuel Pastor, Javier Rupérez y Robert Stradling entre otros muchos más, así lo corroboran, siendo legión sus amigos y admiradores en Estados Unidos, Reino Unido y España.
Contra la Leyenda Negra
Su contribución a la historia de España y muy especialmente a la Contemporánea son determinantes. Imprescindibles. Payne rebate el mito de la excepcionalidad de España en su visión negativa y reduccionista, al sostener con fuentes y datos que la historia de España es única y excepcional en el mundo, pero no por su atraso y complejos, y ni mucho menos por la propaganda perversa y falsa de la Leyenda Negra, sino por los valores que ha aportado a la civilización y al desarrollo de la cultura occidental, por sus principios morales y por la expansión del cristianismo en el mundo. La gesta de la reconquista de la Península Ibérica a los musulmanes y su recuperación para el orbe cristiano, ha escrito Payne, es algo tan excepcional, que ha sido el único pueblo que en la historia lo ha conseguido, por lo que solo por ello hace de España que sea única en la historia del mundo. Y la epopeya del descubrimiento, evangelización y desarrollo de lo que sería la América Española algo universal.
Los estudios de Payne sobre el fascismo, su implantación y desarrollo en Europa son realmente magistrales. El análisis sobre II República, Guerra Civil, la figura de Franco y su régimen de dictadura personal, es sin duda la parte más extensa de la investigación académica del Profesor Payne. Personalmente, me cabe el alto honor de haber escrito dos importantes obras con él; Franco, mi padre (2008), y Franco: A Personal and Political Biography (Wisconsin Press 2014), editada en inglés, español y chino.
Además de toda su obra monumental, el Profesor Stanley Payne ha escrito centenares de artículos académicos en publicaciones especializadas en Estados Unidos, Francia, Alemania, Inglaterra y España, reseñas críticas en las páginas más prestigiosas de diarios y suplementos culturales de muchos países, numerosísimos prólogos, ha sido editor y coeditor de diferentes obras y con Walter Laqueur ha editado durante más de 25 años la prestigiosa revista Journal of Contemporary History.
En julio de 1999 tuve la fortuna de conocerlo trenzando a lo largo de estos años una estrecha y gran amistad que siempre tendré como uno de los grandes honores recibidos en vida. He aprendido mucho de su maestría y profundos conocimientos. En la primavera de 2004 me invitó a dar una conferencia en la Universidad de Wisconsin sobre los atentados del 11 de marzo. Recuerdo, después, el buen momento de animada conversación en el porche de su casa a cubierto de una fuerte lluvia saboreando dos excelentes habanos.
Con Payne he tenido el honor de compartir actos académicos y conferencias. Tengo en la memoria de manera especial una cena con Ewdard Malefakis, pocos años antes de su triste fallecimiento. Gran gastrónomo y experto en vinos, hemos viajado por diferentes lugares de España buscando raíces culturales e históricas. Hoy seguimos dando la batalla en el peligroso proceso de las llamadas Memorias Históricas Democráticas, sobre lo que hemos publicado diversos trabajos. Fue el impulsor del manifiesto por la Historia y la Libertad y en la primavera del año pasado comparecí en su nombre en el Parlamento de Cantabria para presentar un documento en el marco del debate sobre la Ley de Memoria Histórica para Cantabria.
Estoy orgulloso de haber participado junto a él en varias obras colectivas sobre la Transición, la editada con el título Stanley Payne, perfiles de un hispanista (2018), en homenaje a su figura, y en la de History of Spanish Institutions (2019), dirigido por la profesora Alesia Slizhava y editado por la Sociedad de Estudios Contemporáneos Kosmos-Polis, de la que el profesor Payne es su presidente de honor. Ahora, preparamos juntos una nueva investigación académica sobre los acontecimientos más notables y relevantes del último siglo de España.
Stanley Payne ha sido Hilldale de la Jaume Vicens Vives, Doctor Honoris Causa por la Universidad CEU-Cardenal Herrera Oria en 2004, Doctor Honoris Causa por la Universidad Rey Juan Carlos en 2016, es académico correspondiente de la Real de Historia y de la de Ciencias Morales y Políticas y está en posesión de la Gran Cruz de Isabel La Católica. En 2013 fue distinguido 'Español del Año', y en 2019 recibió el VIII Galardón Bernardo de Gálvez. Por todo ello, Stanley George Payne tiene ya un lugar de honor en la Historia.
(Libertad Digital agradece a Jesús Palacios la cesión de las imágenes y los textos del homenaje)