
La Basílica de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza expone, en uno de los pilares cercanos a la Santa Capilla., dos proyectiles lanzados, durante la Guerra Civil, por un avión de las Líneas Aéreas Postales Españolas militarizado por la República. Sucedió en la madrugada del 3 de agosto de 1936. Dañaron un mural de Goya y la cúpula, pero no explotaron. Para muchos, un milagro de la virgen que otros explican por la baja altura a la que volaba el piloto.
El senador de Compromís Carles Mulet quiere eliminar el recuerdo de este bombardeo en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y ha presentado una enmienda, según publica La Razón. En el texto, alega que estos elementos se encuentran en lugares declarados Bien de Interés Turístico y Cultural (BIC) y, por lo tanto, vulneran el artículo 35 de la norma, que dice: "Se consideran elementos contrarios a la memoria democrática las edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura".
El Senado ha enviado dos requerimientos, al Ayuntamiento de Zaragoza y la Diputación General de Aragón, para interesarse por el proceso de retirada de los dos proyectiles. Desde el Partido Popular creen que la propuesta no tendrá recorrido. Recordemos que el Arzobispado de Zaragoza es el propietario de la basílica.