El 8 de octubre de 1565, el apoyo de Felipe II, la confianza de Velasco y la resolución de Urdaneta concluyen con el mayor descubrimiento del reinado: la vuelta de Poniente, el Tornaviaje.
Su protagonista es parco en palabras a la hora de describirla. "De la vuelta de Cubú (Cebú) para la Nueva España, lo que hay que decir es que partimos desde donde quedaron los nuestros en primero de Junio de 1565, y en 18 de septiembre vimos la primera tierra en la costa de la Nueva España, que fue una isla que se dice Sant Salvador, que está en 34 grados menos un sesmo, é á primero de Octubre llegamos enfrente del puerto de la Navidad". No recalan en este puerto por considerarlo insalubre. Continúan hasta Acapulco "por ser muy mejor puerto que este otro y estar muy más cerca de México…" y detalla las penalidades que han sufrido. "Pasamos mucho trabajo a la vuelta, con tiempos contrarios y enfermedades. Murieron XVI hombres hasta surgir en el puerto, y después de llegados a él otros cuatro, y más un indio de las islas de los Ladrones, que enbió el General (Legazpi) con otros tres indios que enbió de la isla de Cubú". Relación inédita, que reproduce el padre agustino Fermín de Uncilla en Urdaneta y la conquista de Filipinas (1907).
Legazpi espera la decisión del rey
La expedición que había partido el 21 de noviembre de 1564 del puerto de Navidad en Nueva España tenía una condición previa ineludible, sin cuya verificación cualquier propósito ulterior carece de viabilidad. La expansión hacía Oriente se emprenderá una vez asegurada la ruta de regreso por el Pacifico. Logrado esto, la Corona quiere "traer a los naturales de aquellas partes al conoscimiento de nuestra Santa Fe católica". Así se precisa en la Instrucción entregada a Legazpi por la Audiencia de México el 1 de septiembre de 1564, tres meses antes de la partida.
Instrucción que invita a Legazpi a poblar la tierra "en la parte y lugar que más conveniente os paresca, así para la seguridad de los navios como para la salud de la gente". Le indica cómo actuar ante un posible riesgo que aconseje abandonar las islas "así por no dar ellos consentimiento para ello, o por pareceros que se aventura mucho por ser poca la gente que llebais". Y recomienda que, de existir incertidumbre, mantenga algún lazo de unión con los nativos "converná [convendrá] que se queden de los rreligiosos que llebais los que a vos y a ellos pareciere, porque será de mucho efecto… para conserbar la amistad y paz que con ellos dexárdes (se dejará) asentada".
Miguel López de Legazpi, que sería El Adelantado, permanece en la isla de Cebú a la espera del resultado del Tornaviaje. El 8 de mayo de 1565 funda San Miguel, la primera ciudad española del archipiélago. Un emplazamiento cercano al lugar donde fue asesinado Fernando de Magallanes. Hasta 1570 no conocerá la decisión del rey.
El enfado del rey y las dudas por el antimeridiano
Por su parte, Andrés de Urdaneta, completada la vuelta de Poniente, parte de Nueva España y llega a la Corte en abril de 1566. Informa al rey de todo lo referente a la ruta descubierta. Felipe II escucha con atención y le agradece su logro. Meses antes había mostrado su malestar por la incapacidad de los científicos para determinar las divisorias de las posesiones lusas y españolas, la demarcación del antimeridiano: "[D]ígaseles que habrían de hacer diligencia en buscar los papeles y cartas de marear [navegar] que hay sobre esto y juntarlo todo y tenerlo en el Consejo a buen recaudo y aún los originales se habrían de poner en Simancas y traer copias auténticas en el Consejo". Asunto de gran importancia por cuanto garantizaba que la decisión que se tomase era conforme a derecho. En octubre de 1566 se convoca en Madrid una Junta de Cosmógrafos a la que, junto a Urdaneta, asisten Alfonso de Santa Cruz, Pedro de Medina, Francisco Falero, Jerónimo de Chaves y Sancho
Gutiérrez. Determinaron que geográficamente las Filipinas pertenecían al Imperio español, pero que el Tratado de Zaragoza, firmado en 1529 por Carlos V y Juan III de Portugal, impedía cualquier asiento.
La Junta de Cosmógrafos aconseja desamparar el archipiélago
El agustino fray Fermín de Uncilla da cuenta de los Pareceres que, interrogados por Felipe II, dieron los asistentes a la Junta. Primero, ¿entran las islas Molucas y las Filipinas en la demarcación general de España? Segundo: Y en caso afirmativo ¿tiene derecho España a la conquista de Filipinas aun después de que el Emperador Carlos V empeñó al Rey de Portugal sus supuestos derechos a las Molucas? La respuestas fueron unánimes. Afirmativa al primero y negativa al segundo. El rey las aceptó.
Urdaneta era la máxima autoridad en ese Junta, su opinión condiciona la decisión sobre las Filipinas. Así, se puede afirmar que abrió la ruta y obstaculizó su desarrollo.
Legazpi envía al maestre de nao Juan de la Isla. Felipe II da vía libre
Las funciones que asumía un maestre de nao eran muy importantes en la Carrera de Indias -así se denomina a las rutas marítimas que unieron España con los virreinatos americanos. Actuaba de enlace entre los mercaderes, los marineros y los burócratas. "Debe ser hombre hábil, diligente, negociador, de buena fama y opinión. Además de dotes mercantiles, se le exigen conocimientos náuticos y un antiguo prestigio como marinero".
Juan de la Isla, una figura clave en el desenlace de esta historia, era maestre. El virrey Velasco le encomendó tareas de organización de la flota del tornaviaje. Partió con Legazpi y Urdaneta a bordo de su propio barco, el patache San Juan y entre 1564 y 1567 se mantuvo en Cebú, hasta recibir el encargo de ir a la Corte para intentar desbloquear la decisión sobre las Filipinas. Incomprensiblemente su nombre no aparece en el Diccionario Biográfico electrónico (DB~e) de la Real Academia de la Historia.
Parecer sobre las dudas que hay cerca de la demarcación del Tratado de Zaragoza en Filipinas
El profesor Guillaume Gaudin, de la Universidad de Toulouse, publicó en la revista electrónica Estudios de historia y sociedad (año 2019-160) un razonado estudio acerca de las gestiones de Juan de la Isla en la Corte. La base de su trabajo es el Parecer sobre las dudas… que el maestre habría hecho llegar al rey. Un compendio de argumentos jurídicos, criterios pragmáticos y conveniencia política: "la importancia de Asia para Nueva España, la pérdida de reputación en caso de retirarse, la pérdida del beneficio de los gastos y de los progresos del viaje de Legazpi", resume el profesor Gaudin.
El Parecer fundamentó la decisión de Felipe II para continuar la empresa del Poniente, pasando ésta de descubrimiento a pacificación "procurando por todos buenos medios traerlos [a los nativos] al servicio de Dios nuestro señor y a la amor y amistad que deban de tener con vos y con los españoles", escribió Felipe II a Legazpi en carta del 16 de noviembre de 1568.
En junio de 1570 Juan de la Isla llegó a Cebú con los Despachos Reales y con el título de Adelantado de las Islas de los Ladrones que el rey concedía a Legazpi. Desde la bahía de Manila, cerca de trescientos hombres de armas partieron en abril del año siguiente. Fueron recibidos en paz y en paz se fundó el día de San Juan, el 24 de junio de 1571, la capital del archipiélago. Era deseo del Adelantado llevar una colonización "al estilo español, es decir mestiza y creadora de una cultura". Comenzaba la primera globalización.
Posdata: en el año de 1610 se publica la gramática Arte y reglas de la lengua tagala del padre dominico Francisco de San José. Se editó en el Partido de Bataan por Thomas Pinyin Tagalo. En 1986, la Comisión Constitucional filipina, encargada de la redacción de la nueva carta magna, votó en contra de la inclusión del español entre los idiomas nacionales. Declaró oficial el inglés.
Continuará…