Menú

1689: Nace Blas de Lezo, héroe de la Armada española

Blas de Lezo y Olabarrieta (1689-1741) es considerado por algunos el más grande héroe de la Armada española, y por otros el mayor de sus estrategas. Nacido en Pasajes, Guipúzcoa, fue enviado a estudiar a Francia. A los catorce años tenía su título de guardiamarina, pero no entró en combate hasta 1704, en la escuadra del conde de Toulouse, Luis Alejandro de Borbón, hijo natural reconocido del Rey Sol. Aunque aún no se había firmado el primer Pacto de Familia, Luis XIV y Felipe V propiciaban el que soldados y marinos franceses y españoles prestaran servicio de modo indistinto en cualquiera de los países. El conde de Toulouse se enfrentó a una escuadra anglo-holandesa dirigida por el almirante Rourke en Málaga, en una batalla importante en el desarrollo de la guerra de Sucesión Española. Allí perdió Blas de Lezo la pierna izquierda. En la defensa de Tolón, sitiada por los ingleses en 1707, perdió el ojo izquierdo. A los veintitrés años, en 1710, alcanzó el grado de capitán de fragata. Ya era capitán de navío en 1713, cuando se inició uno de los últimos y más reñidos episodios de la Guerra de Sucesión: el sitio de Barcelona, que duraría hasta el 11 de septiembre de 1714. Allí, Lezo perdió el brazo derecho, en su heroica acción, que le llevó a sacrificar parte de su escuadra: incendió varios barcos para poder pasar entre ellos en medio de la humareda. Es posible que entonces se ganara el apodo, respetuoso pero con un poso de temor por su exagerado valor, de «Medio Hombre». En 1731, con su pierna de madera, un solo brazo y un solo ojo, participó en primera línea y con altísimo mando en la conquista de Orán, plaza que España perdería, a manos de los franceses, cien años más tarde. Esa asombrosa trayectoria indujo a Felipe V a designarlo comandante del apostadero de Cartagena de Indias, donde tuvo lugar la mayor batalla de la llamada Guerra de la Oreja de Jenkins. Jenkins era un corsario inglés cuya nave fue apresada por otra española, al mando del capitán Julio León Fandiño, que cortó una oreja al pirata y le dijo: «Ve y dile a tu rey que lo mismo le haré si a lo mismo se atreve». Jenkins compareció, oreja en mano, ante el Parlamento británico y allí se decidió marchar a la guerra con España. Fueron enviados a Cartagena de Indias 186 barcos y 24.000 hombres. Blas de Lezo sólo tenía seis naves y 3.000 hombres, pero no sólo repelió al atacante, sino que le infligió incontables bajas. Murió cuatro años más tarde en la misma Cartagena.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:

1536: Don Pedro de Mendoza funda Nuestra Señora del Buen Aire.

1557: El emperador Carlos V se retira al monasterio de Yuste.

1574: Iván el Terrible escoge entre miles de candidatas a su quinta mujer, tras encerrar a la cuarta «por estéril».

1764: El marino francés Monar de Bougainville toma posesión de las Malvinas.

1924: Fallece Woodrow Wilson, promotor de la Liga de las Naciones.

Herramientas

1
comentarios
1 Lucas, día

La historia no tanto se niega a revelar como venció Blas de Lezo a la Corporación Británica, sino que, aún se niega a confesar verdaderamente que fue lo que venció o retardó Blas de Lezo en la historia. Pero, hoy nos podemos dar cuenta del poder supranacional de los masones y su plan de monopolización mundial; ellos, en todos estos siglos se han encargado de la dirección de la gran fábrica de mentiras ideológicas; con el fin de producir armas, guerras, guerrillas, préstamos, pobreza, mercado negro, expropiaciones, saqueos, etc... Solo para que en todo el mundo domine la razón de la Corporación Británica. Ellos, en Cartagena de Indias, con la segunda flota naval más grande conocida hasta ahora en la historia, pretendieron instaurar el inicio de su soberanía y lengua mundial, y a la vez, vengarse del terror de sus piratas y saqueadores; pero resultó que si no se “viengan” a Jamaica, Blas de Leso los mata a todos. La dirección masónica mundial preparó ese escenario de desamparo y traición en Cartagena de Indias, para adueñarse de América e humillar a Blas de Leso, pero salieron trasquilados. Décadas después, cuando vencieron a Napoleón Bonaparte, en Trafalgar y Waterloo, profundizaron el cuento de las falsas independencias americanas, para que creyéramos que en América, somos libres, y no los volviese a espantar otro Blas de Leso. http://www.lucasblancoacosta.com/medio-hombre.php