Menú

1808: Fusilamientos del 3 de mayo

Tras aplastar el levantamiento popular del 2 de mayo, Murat se lanzó a las represalias. Le escribió a José Bonaparte que «el pueblo de Madrid se ha levantado en armas, dándose al saqueo y a la barbarie. Corrieron ríos de sangre francesa. El ejército demanda venganza. Todos los saqueadores han sido arrestados y serán fusilados». Está claro que mentía al hablar de los ríos de sangre francesa y que necesitaba justificar ante la historia las masacres del día siguiente, inmortalizadas por Goya en su célebre cuadro Los fusilamientos del 3 de mayo, que corresponde a las ejecuciones masivas llevadas a cabo en la montaña del Príncipe Pío, hoy Plaza de España. Pero lo mismo se hizo a lo largo de toda la noche en Recoletos, el Paseo del Prado, la Puerta del Sol, la de Alcalá (en la llamada hoy, no por azar, Plaza de la Independencia) y en La Moncloa. Se arrestaba a cualquiera que llevara un arma de cualquier tipo, incluso una navaja, que solía ser un instrumento en varios oficios, y se lo fusilaba de inmediato, sin juicio previo. Fue una salvajada innecesaria, que sólo logró que el odio a los franceses se extendiera.

Aquél fue el principio del fin de los franceses en España. Napoleón, el hombre más poderoso de Europa por entonces, y su temido ejército serían repelidos y vencidos por el esfuerzo conjunto de una nación entera. No hubo pueblo, villa o ciudad donde no se luchara contra el invasor. Tal determinación aumentó la crueldad de los franceses, que se veían incapaces de arrodillar a España. Incluso el mismo Napoleón no daba crédito al valor de los españoles. Quizá fuera porque hasta entonces, cuando ya era dueño de media Europa, no había sufrido ninguna derrota de importancia. Y es que en España encontró Bonaparte la horma de su zapato. Dicen que unos ciento treinta años después, ante la negativa de Franco de desangrarse junto a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, Adolf Hitler no atendió a quienes le insistieron en invadir España por la fuerza. Sin duda alguna, el coraje demostrado en la Guerra de la Independencia fue suficiente para disuadirle.

Otras efemérides de este día que deberías conocer:

1367 Segunda batalla de Nájera entre Enrique II y Pedro I, con victoria del último, que retorna como rey de Castilla.

1469 Nace Nicolás Maquiavelo, escritor italiano, autor de El Príncipe.

1493 Bula Inter Caetera del papa Alejandro VI para la conquista y evangelización del Nuevo Mundo.

1814 Napoleón es desembarcado en la isla de Elba, lugar de su primer destierro.

1910 Japón ordena la movilización general como preparación para la anexión de Corea.

Herramientas

1
comentarios
1 Fernando Vladimir Díaz Perfetti, día

Que patriotero y chovinista!!...es cierto que el esfuerzo combinado de tropas regulares e irregulares, mas el apoyo popular hicieron imposible mantener la ocupación francesa, eso no es privativo de los ibéricos...en América ellos lo comprobaron. También es risible el comentario sobre el temor de Hitler de invadir la península, el simplemente tenia cosas mas importantes que hacer (según su punto de vista).