El 31 de agosto de 1839 los generales Espartero y Maroto escenificaban el final de la guerra con el popular abrazo de Vergara. Tras el fracaso de la «Expedición Real» que había alcanzado las puertas de Madrid sin llegar a cruzarlas, el bando carlista había entrado en una profunda crisis. En realidad la operación escondía una trama política. La regente, que prefería un gobierno más centrado, había acercado posturas con los carlistas, llegando a un supuesto acuerdo con el infante don Carlos para el enlace de sus primogénitos. El caso es que, si negociaron, no se pusieron de acuerdo y si no lo hicieron, don Carlos no debió ver muy clara la invasión de Madrid.

Este hecho favoreció la separación entre las dos corrientes del carlismo, una más exaltada y otra posibilista o «transaccionista», que aceptaba un final negociado. Se inició una guerra sorda por el poder y entre las dos facciones se fue creando un abismo que terminaría de forma lamentable con el ajusticiamiento de seis oficiales radicales a cargo del moderado Maroto. Tan moderado que exigía a don Carlos una purga más contundente.

Maroto intensificó los contactos con el liberal Espartero ante el peligro de ver desmembrado su grupo antes de lograr una salida digna. La guerra tampoco iba demasiado bien. Los liberales seguían ganando posiciones y a ellos les costaba cada vez más lograr apoyos exteriores. Las negociaciones se centraban en la cuestión foral, una preo­cupación que unía a buena parte de los moderados. Al final, el acuerdo, ratificado con el abrazo de Vergara, supuso el reconocimiento de los fueros vascos y una serie de ventajas a los combatientes carlistas, que vieron reconocidos los grados militares alcanzados durante el conflicto. El acuerdo era bueno, de no ser por el ambiguo capítulo de los fueros, que al final sólo se cumpliría a medias y que de hecho provocaría dos nuevas guerras carlistas. Don Carlos se exilió a Francia, disolviendo su ejército pero sin renunciar a sus títulos. Los carlistas catalanes y del Maestrazgo no aceptarían la negociación, ni siquiera con la marcha de su líder, y seguirían combatiendo hasta mediados de 1840.

Otras efemérides de este día que deberías conocer

1158: Fallece Sancho III, quedando sin efecto el Tratado de Sahagún pues deja un hijo, Alfonso VIII.

1724: Fallece de viruela Luis I y su padre Felipe V regresa al poder.

1782: El conde de Floridablanca se convierte en el gran ministro de Carlos III.

1811: Nace el poeta Teófilo Gautier.

1813: San Sebastián es incendiado y destruido por las tropas anglo-portuguesas que venían a liberarla. Último combate de la guerra con Napoleón librado en España.

1879: Nace el emperador Yoshi Hito, responsable del acercamiento de Japón a Occidente.