Menú

Jordi Juan: "La mirada femenina es idónea para el género negro"

El ganador de Getafe Negro con Ángulo muerto habla de los personajes femeninos, del boom de la novela negra y de los orígenes españoles del noir.

El ganador de Getafe Negro con Ángulo muerto habla de los personajes femeninos, del boom de la novela negra y de los orígenes españoles del noir.
Jordi Juan, vencedor de Getafe Negro con 'Ángulo muerto' | David Alonso Rincón/LD

El papel de las mujeres en el género negro ha ido ocupando cada vez más espacio. Han pasado de ser las acompañantes, las amantes, las asesinadas o las envenenadoras a ser el eje sobre el que gira la acción. En Ángulo muerto, Edaf 2015, la muerte violenta de una mujer, Ava, una prostituta de lujo, desencadena una serie de actos en los que otras mujeres tienen mucho que decir.

Eso es lo que ha contado a LD su autor, el escritor y guionista Jordi Juan (Valencia 1966) vencedor de la XIX edición del Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe. Ha explicado que "cuando los personajes femeninos toman las riendas de la novela es una bendición" porque va "en volandas". La mirada de las mujeres es "idónea" para el género negro ya que para el autor valenciano es "muy sutil, muy elástica, muy dúctil y muy inteligente".

Sin embargo esa complejidad que tienen los personajes femeninos implica dificultad a la hora de intentar trasladarlos a las páginas de una novela. Jordi Juan ha contado que lo más difícil de la novela fue crear al personaje de Ava. Ha señalado que "escribir personajes femeninos verosímiles me resulta muy difícil como escritor y como lector hay pocas veces que me los crea porque me parecen artificiales". Algunos autores suelen caer "fácilmente en el arquetipo, la visión romántica, la ñoñez y la cursilería".

Por eso tres de sus personajes favoritos a la hora de escribir Ángulo muerto son mujeres, la juez Linares, la joven detective Raquel Bonafed y la policía de homicidios Zafra. El cuarto es un hombre, el compañero de Zafra, Cocoví.

España, patria del noir

La acción de Ángulo muerto transcurre en Valencia en pleno apogeo del boom urbanístico que ha arrasado con el litoral español y cuyas consecuencias seguimos pagando ahora. En esa época, que en palabras de Jordi Juan "parecía que las cosas iban muy bien y ataban los perros con longanizas", las connivencias entre el poder político y económico se aliaron con mafias para lavar dinero con la construcción.

Ese filón de la corrupción urbanística no está aprovechado en la novela pero es tangible su presencia en las relaciones de la alta sociedad valenciana y sus tejemanejes. Jordi Juan explica que hay "mucha materia prima" y "están surgiendo muchas novelas que abordan la primera década de este siglo", entre ellas destaca Crematorio de Rafael Chirbes, tanto la novela como la adaptación para la televisión.

El escritor y guionista, Jordi Juan | D.A.

La novela negra española está viviendo un auténtico boom tras el cual hay por un lado "una motivación comercial porque el género vende" y por otro es que "es un género muy nuestro, muy español". El escritor se ha remontado a Cervantes con sus Novelas Ejemplares y El Quijote donde "se habla del lumpen de su época". Desde ahí se pasa a la novela picaresca en la que "gente con muy escasos medios se busca la vida para comer" y se llega al "punto de partida del género negro en nuestra tradición literaria".

"En nuestro territorio se da una mezcla espectacular de elementos, en especial en las costas, con gran presencia de todas las mafias" que conjuga a la perfección con la novela negra, ha puntualizado Jordi Juan.

La gran hipocresía

La inspiración para crear Ángulo muerto le vino con un caso real ocurrido en la capital del Turia en 1999. Ha relatado que el sumario "acabó con la no culpabilidad del principal sospechoso" y "se creó una especie de ambiente y de presión de los medios para inculparle".

El personaje inspirado por ese sospechoso es Bosco, un arquitecto de renombre y de la alta sociedad valenciana que se encapricha de Ava, una prostituta que es asesinada. Todas las pistas indican que él es el asesino.

La trama gira sobre sus goznes para mostrar la hipocresía de este supernumerario del Opus Dei con 5 hijos que tiene una doble vida que al final le acaba explotando en la cara. Jordi Juan ha indicado que "es producto de su clase social, sus ambiciones y su proyección religiosa".

En Cultura

    0
    comentarios