"Carlos V no hubiera sido quien fue sin las mujeres que tuvo alrededor. Se forjó con mujeres y cada vez que tenía un vacío en su vida, recurría a ellas". Almudena de Artega da voz a las féminas que rodearon al monarca durante su vida y reinado en Por amor al emperador (La esfera de los libros), una novela histórica -o una historia novelada- sobre aquellas que se entregaron en cuerpo y alma a su servicio y a su imperio. Carlos las amó, las protegió, las enfrentó e incluso les confió su gobierno.
Aquí estamos hermanas, madre, tía, legítima mujer, amantes, hijas y bastardas unidas y dispuestas, aun pecando de vanidad, a contar nuestra historia junto al emperador.
"Es historia pura y dura, con mucha pasión, muy interiorizada, con mucho sentimiento y muchos perfiles de mujer diferentes", describe Almudena de Arteaga. " Carlos V es uno de los mejores reyes que ha tenido nuestro país. Ya es hora de que España empiece a contar su propia historia y no recurramos a los historiadores franceses o los hispanistas ingleses".
Por amor al emperador es la historia en primera persona de la madre de Carlos V, Juana de Castilla; sus tías, Margarita de Austria y Catalina de Aragón; sus hermanas; su mujer; sus amantes; sus hijas María y Juana; su bastarda Margarita de Parma y sus sobrinas. "Fue un reto cambiar el perfil de cada mujer, moldear a cada personaje y cambiar constantemente de protagonista", reconoce. "Además, cuento con que en el siglo XVI escribir sobre tu propia vida era un pecado de vanidad muy importante para la Iglesia católica, por muy importante que fueses. He recurrido a las cartas de cada de ellas para perfilar a cada mujer".
Almudena de Arteaga rompe con esta novela con el mito de que Carlos V era misógino. "Yo no lo creo. Un hombre en ese momento no hubiera delegado el Gobierno en todas las mujeres que delegó. Todos tenían muy claro que la unidad del imperio era básica, por eso le duele tanto partirla con Fernando al final de su vida, y la base de esa unidad es la familia. Todas fueron gobernadoras o regentes", argumenta.
Después de indagar en la vida de cada una de estas mujeres, De Arteaga concluye que no se puede dilucidar qué mujer fue más influyente en su vida. "Depende de cada momento. Admiró muchísimo a su tía Margarita de Austria en un mundo que no era de mujeres. Supo educarle, eligió a sus maestros, tuvo sus rifirrafes constantes también, pero fue como su madre adoptiva. Isabel fue su gran amor. Tuvo una relación tortuosa con Juana. Su hija Leonor fue probablemente la más maltratada y sin embargo le quiso muchísimo. Todas vivieron rendidas a él".
La perfecta amante
"Con 17 años conoció a Germana de Foix -segunda esposa de Fernando el Católico- y se desató la pasión. Fue la más importante. Ella tenía 29 años, estaba experimentada. Después, tuvo una amante de la que nació Margarita de Parma, hija bastarda que sería una mujer importantísima en su vida. Y otras dos amantes más desconocidas", cuenta De Arteaga. "El poder enamora mucho. Vivió 58 años muy intensos. Era fácil que un hombre tan poderoso pudiera tener a la mujer que enfilase", comenta. Sin embargo, la autora cree firmemente que fue fiel a Isabel a pesar de que, de los trece años que duró el matrimonio, solo convivió con ella seis.
El hecho de tener un hijo bastardo, en aquella época, era tener "un modus vivendi garantizado de por vida". "Ser madre de un bastardo real era pasar a un estatus de mujer muy importante. Todas tuvieron una pensión, que otorgaba su tía Margarita", explica la escritora madrileña.
Grandes sacrificios
Por amor al emperador es un historia de grandes renuncias. "Como mujeres, el sacrificio fue total y absoluto. Su hermana Leonor tuvo que dejar a una niña de pocos días en Portugal y su hija Juana, casada con el Rey de Portugal, dejó a su hijo Sebastián y volvió a Castilla para cumplir con su deber como regente".
La novela también retrata al hijo de Juana de Castilla y Felipe el Hermoso como un hombre tosco. "Absolutamente con todas las mujeres de su vida tuvo momentos de pelea. Era osco y con la edad y los ataques de gota, el mal humor era constante. Sus hijos estuvieron bastante abandonados por necesidad del imperio. Era todo para él. El carácter tan frío de Felipe II vino, seguramente, de este abandono que sufrió de su padre".
La princesa de Éboli fue el primer best seller de la escritora madrileña, a la que le siguieron otras veinte obras de diferente índole como La Beltraneja o Catalina de Aragón. La novela que ahora presenta le ha ocupado el último año y medio. "Era una cuenta pendiente desde que hace quince años publicase La vida privada del Emperador".
Almudena de Arteaga. Por amor al emperador. Editorial La esfera de los libros. ISBN 978-84-9060-069-6. 392 páginas y 32 ilustraciones. Precio: 22,90 euros.