No ha sido una casualidad que el exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García- Margallo haya hecho coincidir la presentación de su libro Por una convivencia democrática (DEUSTO) con el momento culmen del desafío independentista de Cataluña. "Era algo que sabíamos que antes o después iba a ocurrir", dijo durante su presentación. Se trata de una propuesta de reforma para "adaptar la Constitución al siglo XXI" en el que presta especial atención a los grandes desafíos de los "nacionalismos disgregadores", en particular, a Cataluña.
Ante la situación que se vivió este miércoles en el Parlamento catalán, García- Margallo insistió en mostrar su "apoyo incondicional y sin reservas" al Gobierno, aunque preguntado por si considera que el Estado está siendo "suficientemente contundente", prefirió reservarse su respuesta. "Permítame que me abstenga", respondió.
"Estamos ante algo más que un golpe de Estado clásico. No ha sido un golpe de Estado por parte de un partido político sinouno perpetrado por instituciones que tienen legitimidad constitucional. En este momento no cabe más respuesta que el apoyo al Gobierno para que restablezca el orden constitucional", reiteró.
El exministro insistió en la necesidad de abrir un diálogo aunque jamás con los nacionalistas. "Con los separatistas no hay nada que dialogar.No se puede dialogar con organismos que se han declarado en franca sedición. Los independentistas han actuado en el Parlament catalán como un grupo faccioso. Mientras no renuncien a su intención de dinamitar España, será imposible", dijo. "Nunca debe llegar a haber urnas".
"Estamos en la mayor crisis que se pueda imaginar. Los instrumentos que tiene el Estado para corregir este situación –continuó Margallo– son un arsenal completo", en referencia al artículo 155 de la Constitución y a la Ley de Seguridad Nacional. "En ningún caso el Gobierno puede dejar de gobernar". En el libro, apunta que "el proceso de desconexión constituye una decisión inaceptable en un acto institucional de un Parlamento autonómico" y recuerda a los catalanes que "una secesión sería mala para España" y "catastrófica para ellos". Asimismo, incide en que "la comunidad internacional no contempla ni reconoce un derecho de secesión".
Este libro, con un epílogo de Alfredo Pérez Rubalcaba, es una hoja de ruta sobre cómo reformar la Constitución, una cuestión que considera que habría que haberse atajado en la anterior legislatura. A este respecto, ha reconocido que Mariano Rajoy tiene el libro en su poder desde hace unos meses pero que no se ha pronunciado a este respecto. "No sé interpretar los silencios de Rajoy", bromeó. "Mis consejos no han sido escuchados", añadió.
En su propuesta de reforma, García-Margallo enumera los prejuicios económicos que Cataluña tendría en caso de una declaración unilateral de independencia y analiza los aspectos organizativos del Estado "esenciales para comprender qué nos está pasando y cómo solucionarlo". "Si la primera de nuestra reformas pendientes es la reforma constitucional, la segunda es la que se refiere a nuestra administración y nuestro sistema tributario", escribe.