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Andrés Amorós recomienda 'La única historia', la última novela de Julian Barnes

Andrés Amorós ha recomendado en Es la mañana de Federico la última novela del británico Julian Barnes: La única historia.

Los Libros: 'La única historia'

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Andrés Amorós ha recomendado en Es la mañana de Federico la última novela del británico Julian Barnes: La única historia.
El escritor británico Julian Barnes en una firma de libros | Cordon Press

Existe algo en la literatura inglesa que la hace perfectamente reconocible, independientemente del autor que la cultive. "Esa inteligencia sutil", explica Andrés Amorós en Es la mañana de Federico. Esa pasión flemática y comedida, que hace avanzar la historia sin prisa, pero sin pausa; "esa ironía fresca, sustentada por la sucesión de paradojas". Hay algo en esa narrativa que refleja de manera perfecta el espíritu de su pueblo. Tal vez por eso, el crítico literario decide encabezar su sección con Greensleeves, la canción que, cuenta la leyenda, compuso Enrique VIII para seducir a Ana Bolena.

Y es que al autor que trae en esta ocasión no es a otro que a Julian Barnes, "uno de los novelistas británicos más destacados del momento", que acaba de publicar La única historia, "un relato profundo, que es una teoría del amor". En ella un anciano, de nombre Paul, se esmera por reconstruir a través de los recuerdos la historia de amor que vivió cincuenta años atrás, cuando tenía 19 años. "Es un relato curioso porque él, jovencito, conoce en un club de tenis a una mujer de 48, que tiene dos hijas mayores, y se enamoran". "Después deciden fugarse y se van a vivir juntos a Londres, donde conviven durante 12 años no exentos de complicaciones".

En el fondo, la idea del relato es adentrarse en el significado de cualquier historia de amor. "Barnes escribe de manera estupenda, por ejemplo esto: ‘Susan le había señalado que todo el mundo tiene su historia de amor. Aunque fuese un fiasco, aunque se quedara en nada y nunca funcionase, aunque de entrada hubiera sido puramente mental: no por eso era menos real. Y era la única historia’". Y con eso, en el fondo, se puede rescatar un mensaje ambiguo: "Que toda relación humana es absurda, por un lado, que nadie puede mantener siempre su vida perfectamente equilibrada, por otro, pero también que, pese a todo, nada termina nunca cuando ha llegado tan hondo". Por tanto, la única advertencia que Amorós considera necesaria antes de lanzarse a su lectura es "que se tenga en cuenta que es una historia muy triste. Una novela excelente, pero muy triste".

Por otro lado, la narración está construida de una manera aparentemente simple, "pero su estructura es tremendamente compleja, al estar cimentada únicamente en la memoria del protagonista". Y sin embargo, eso no hace más que reforzar el andamiaje interno debido a la pericia del autor. "Barnes, muy inglés, explica que para él una novela debe ser inteligible, interesante e inteligente. Pues esta lo es", concluye el crítico.

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