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Polémica por la concesión del Nobel a Handke, un férreo defensor de Milosevic

La concesión del galardón al escritor austriaco ha generado elogios en Serbia y críticas furibundas en Bosnia y Kosovo.

La concesión del galardón al escritor austriaco ha generado elogios en Serbia y críticas furibundas en Bosnia y Kosovo.
Peter Handke, escritor austriaco galardonado con el Premio Nobel de Literatura | Cordon Press

La concesión del premio Nobel de Literatura al austríaco Peter Handke ha generado elogios en Serbia y críticas furibundas en Bosnia y Kosovo, donde se recuerda la defensa que hizo del autoritario presidente serbio Slobodan Milosevic.

El ministro serbio de Cultura, Vladan Vukosavljevic, declaró que Handke merecía el galardón desde hace tiempo, y recordó su apoyo al "pueblo serbio" en momentos difíciles, a pesar de que eso le supuso muchas críticas. "Su obra literaria ha marcado de forma global el fin del siglo XX y el comienzo del XXI. El premio Nobel (...) debía haberle pertenecido hace tiempo, pero la política se ha mezclado. El premio le llega relativamente tarde, pero es absolutamente merecido", declaró Vukosavljevic. El ministro calificó de gran vergüenza para la cultura francesa y el público europeo que la Comedia Francesa retirase de su programación (en 2006) obras de Handke por su postura política.

Handke provocó una gran polémica internacional en la década de 1990 cuando defendió a Serbia durante las guerras de los Balcanes, así como a su líder, Milosevic. El escritor participó en las honras fúnebres de Milosevic, fallecido en 2006 en la dependencias de un tribunal internacional en La Haya que le juzgaba por crímenes de guerra.

En Serbia, Handke recibió diferentes galardones, como el premio de literatura Milovan Vidakovic, la ciudadanía de honor de Belgrado, o la condecoración Medalla de Oro por grandes méritos en actividades públicas y culturales. Al contrario que en Serbia, la posición de Handke genera un gran rechazo en Kosovo y gran parte de Bosnia.

Decisión "escandalosa y vergonzosa"

Sefik Dzaferovic, miembro musulmán de la Presidencia tripartita bosnia, consideró escandalosa y vergonzosa la decisión de premiar a Handke, que, según él, justificó los crímenes de guerra en Bosnia. "Es vergonzoso que el Comité Nobel pase por alto con facilidad el hecho de que Handke justificaba y defendiese a Slobodan Milosevic y sus ejecutores Radovan Karadzic y Ratko Mladic, quienes fueron condenados por los crímenes de guerra más graves, incluido el genocidio", dijo Dzaferovic.

Aseguró que años después de la guerra Handke no ha mostrado arrepentimiento ni se ha disculpado ante las víctimas de genocidio, violaciones y otros crímenes, sino que hasta hoy niega la verdad sobre Srebrenica y afirma que los ciudadanos de Sarajevo escenificaron las matanzas durante el asedio serbobosnio.

El diario bosnio Dnevni Avaz recuerda que Handke se mostró feliz por estar cerca de Milosevic en su funeral y lo define como "un apasionado fan del movimiento chetnik (nacionalista serbio) y en el marco de tal ideología ha negado en público el genocidio de Srebrenica".

"El Bob Dylan de los negadores del genocidio"

El escritor estadounidense de origen bosnio Aleksandar Hemon ha calificado al escritor austríaco así: "Peter Handke es el Bob Dylan de los negadores del genocidio".

El exministro de Exteriores de Kosovo Petrit Selimi pregunta a la Academia Sueca si el discurso de Handke en el funeral de Milosevic era parte de la obra por la que merecía el Nobel.

En otro tuit Selimi incluye un vídeo en el que afirma que Handke mandó "al infierno" a víctimas bosnias y kosovares que habían acudido a Oslo para protestar por el premio Ibsen que se le concedió en 2014 en Noruega.

Vlora Citaku, embajadora de Kosovo en EEUU, recuerda en un tuit otra frase polémica que atribuye a Handke: "A veces me gustaría ser un monje ortodoxo serbio que lucha por Kosovo" Citaku agrega: "En un mundo lleno de brillantes escritores el Comité del Nobel recompensa a un propagador de odio y la violencia étnica".

Los orígenes de la polémica

La polémica ha marcado la vida de Handke desde la publicación de Un viaje de invierno a los ríos Danubio, Sava, Morava y Drina, o justicia para Serbia en 1996. Los críticos han considerado esa obra un panfleto proserbio y algunos sostienen que llega a poner en cuestión el genocidio de Srebrenica, en el que en 1995 fueron asesinados unos 8.000 varones musulmanes por las fuerzas serbobosnias.

Handke ha negado que cuestionara o minimizara esa matanza y ha asegurado que solo se limitó a criticar que se hubiera demonizado a los serbios y se les achacase todos los males de la guerra.

La polémica creció años después con su defensa del autoritario Milosevic, a quien incluso visitó en su cárcel de La Haya en 2004 cuando era juzgado como criminal de guerra y en cuyo entierro tomó la palabra en 2006. En un ensayo publicado en una revista literaria en 2005, titulado Las Tablas de Daimiel, negó la legitimidad del Tribunal Internacional para la Antigua Yugoslavia para juzgar a Milosevic

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