Hay muchas novelas en las que una ciudad se revela como un personaje más. Tan crucial que la trama no avanzaría sin su presencia. Así se abre paso Nueva York, alacena de sueños rotos para unos, fuerza motriz para otros. La Gran Manzana es un muestrario de seres, razas y pensamientos que pululan entre gigantescos rascacielos que se asoman al océano. Miles de historias de anónimos han tejido sus raíces y alimentado su extracto. También literatos, cineastas, actores y músicos se dejaron seducir por la "energía creativa" que irradia la metrópoli: Federico García Lorca, Houdini, Marilyn Monroe, Frida Kahlo, John Lennon... Todos estos personajes, ya desaparecidos, se relacionaron con Nueva York como con un organismo vivo en constante transformación. A ellos va dedicado Espíritus de Nueva York (Lunwerg Editores), escrito por Alberto Gil e ilustrado con muchísimo gusto por Fernando Vicente Sánchez.
Este libro reúne las peripecias vitales de veinticinco personajes míticos que se entregaron al magnetismo de una ciudad que funciona como "metáfora del mundo". Ellos fueron distintos tras su paso por la famosa urbe y, en muchos casos, también Nueva York sufrió un cambio tras recibirlos. Algunos rincones inspiraron a Edgar Allan Poe para sus obras; Houdini forjó su marca personal con sus números de escapismo en Coney Island, y Malcolm X pronunció su último sermón.
Espíritus de Nueva York permite conocer la ciudad desde otro ángulo. A medio camino entre una guía de viajes alternativa y una novelesca compilación de biografías comunes, nos enseña Brooklyn, Harlem, Coney Island o Ellis Island mientras evoca momentos cruciales de la historia como el surgimiento de las sociedades literarias del siglo XIX, la Gran Depresión, el macartismo, la lucha contra la segregación racial, la generación beat o las protestas por la guerra de Vietnam. "El propósito del libro es hacernos sentir su presencia espectral en esos rincones, observarlos en sus buenos y malos momentos y saber algo más sobre las circunstancias que los rodearon y que en muchos casos nos han sacudido a todos como los coletazos de un vendaval", avanza el prólogo.
Son muchos los lugares neoyorquinos con presencia lorquiana. Durante su estancia en la Universidad de Columbia, Federico García Lorca fue testigo directo del descalabro de Wall Street, del que se acaban de cumplir 90 años. El autor de Bodas de sangre presenció la muerte de uno de esos hombres trajeados que, enajenados por la angustia del momento, decidió acabar con su vida. Ese episodio dejó huella en el ánimo del escritor y se sumó a otras experiencias que moldearon la opinión del dramaturgo sobre la sociedad norteamericana y el capitalismo. El resultado es Poeta en Nueva York, un libro publicado cuatro años después de su muerte. "Algunos lugares nos permiten evocar al granadino recorriendo el barrio a cualquier hora del día (...) A veces se pierde y tiene ataques de pánico, como el que sufre en la Grand Central Station, cuando, en medio del hall, se siente mareado ante la vorágine que cruza el gigantesco vestíbulo".
Nueva York quebró la voz de Eleanora Fagan, una de las tres voces femeninas más importantes del jazz. Se trata de Billie Holiday. Su historia va de la mano del renacimiento de Harlem y el avance de la segregación racial. Es muy interesante conocer sus inicios y lugares como el Pod's and Jerry's, el local donde empezó su carrera; o el Roseland Ballroom, en el Manhattan blanco, un escenario del que parte la historia de otro grande, Louis Armstrong.
La ciudad también acogió a los Kaloyerópulos, una pareja que llegó a Estados Unidos en agosto de 1923. Se instalaron en un vecindario de mayoría griega y allí, meses más tarde, nació María, que adoptó el apellido que su padre, farmacéutico, usaba ante la complejidad del real, Callas. "Como en otros muchos casos, se echa de menos una placa o algún recuerdo del paso de la diva".
Pero en el aire de Nueva York también hay romances de leyenda. Humphrey Bogart se colocó una flor blanca en el ojal para deslumbrar a Lauren Bacall. Con tres fracasos sentimentales a sus espaldas y curtido en el alcohol, el protagonista de Casablanca estaba perdidamente enamorado de una joven a la que duplicaba la edad. Quedaron en el Gotham Hotel. Espíritus de Nueva York narra ese encuentro con tensión cinematográfica. Sería el preludio de uno de los matrimonios más carismáticos del mundo del cine.
Con todas estas historias "nació el mito de Nueva York". Con este libro, promete Alberto Gil, "volveremos a pisar sus huellas, sentiremos su presencia latente, salvaremos las barreras del tiempo y del espacio y nos lanzaremos a la conquista de Manhattan en este viaje evocador".
Gil (Madrid, 1952) es periodista y escritor, autor del ensayo La censura cinematográfica en España, y del libro Madrid de las estrellas sobre los vínculos entre la ciudad y el cine. Fernando Vicente (Madrid, 1963) es pintor e ilustrador, ganador de tres premios Award of Excellence de la Society for News Design.
Alberto Gil y Fernando Vicente. Espíritus de Nueva York. Lunwerg Editores, 2019. 192 páginas Precio: 19,95